Era un secreto a voces, pero evidente. Ortega Cano y Ana María Aldón han empezado los trámites de divorcio. Durante todo el verano ya estaban separados, pero todavía vivían en el mismo domicilio y no habían tomado ninguna decisión. Ahora ya está todo hablado y ambas partes han estado de acuerdo en hacerlo público.
Ahora empiezan a salir los primeros rumores sobre los siguientes pasos que tomará el todavía matrimonio. “Ahora es cuestión de tiempo y de organizar dónde vive cada uno, el niño…”, dijo Ana Rosa Quintana en su programa.
Por su parte, la colaboradora Sandra Aladro ha señalado: "Me atrevo a asegurar que ambos estarían a favor de mantener la custodia compartida del menor y, en ese terreno, poco más tienen que dilucidar puesto que se casaron en régimen de separación de bienes”.
"Están en un momento de calma y serenidad. Hasta donde yo sé, no hay grandes problemas", ha agregado la periodista. "En un divorcio, con que lo decida uno, ya es más que suficiente", ha recalcado Ana Rosa.
Ana María Aldón defiende a Ortega Cano
Ana María Aldón está saneando sus cuentas con un año cargado de exclusivas en revistas y en programas de televisión. Esta semana se dejó ver por ‘Sálvame’. Concedió una entrevista a Jorge Javier Vázquez para hacer frente a Sonsoles Ónega, y precisamente fue allí donde dejó claro que ella no quiere problemas ni alargar esta agonía. Por ello, piensa renunciar a cualquier parte del dinero de Ortega Cano que le pertenezca. Ambos van a valorar lo mejor para su hijo.
No quiere problemas especialmente con la familia de Ortega Cano que desde que se conocieron han desconfiado de ella, y no lo entiende. En todo momento ha mostrado su apoyo al torero y nunca ha intentado beneficiarse de nada.
Es precisamente por su hijo por el que han llegado a un acuerdo de forma amistosa. Ana María Aldón no quiere enfrentarse con Ortega Cano. No quiere que el pequeño vea a sus padres discutir ni que su vida cambie por completo. El matrimonio atravesaba un problema de difícil solución. José Ortega Cano le ha pedido a la diseñadora tener la custodia compartida del hijo que tienen en común. Entre ellos no hay ningún problema e intentarán que la vida del menor cambie lo mínimo posible. De hecho, habrá días que intentarán hacer planes juntos. Sus padres siguen siendo amigos y así continuará siendo. En ningún momento quiere hacer daño al padre de su hijo. Defiende que con ella y con el pequeño ha sido una excelente persona.