Ortega Cano es el protagonista de los últimos meses. La sombra de la ruptura con Ana María Aldón le ha perseguido todos los días. Finalmente se ha confirmado el fin de la relación pero todavía no se habla de divorcio. Ambos viven en la misma casa. Ha sido la diseñadora la única en hablar todos estos meses, pero ahora lo hará él frente a Ana Rosa Quintana en su regreso televisivo tras superar el cáncer.
Pero no es el único frente abierto de Ortega Cano. También es el protagonista de los últimos episodios del documental de Rocío Carrasco. En esta segunda temporada ha atacado a su familia mediática. La mujer de Fidel Albiac destapó el verdadero carácter del torero, además aseguró que su madre no estaba enamorada de él. Ha destapado episodios realmente sobrecogedores.
En los últimos capítulos se ha centrado en los últimos meses de vida de Rocío Jurado, en los que toda la familia se trasladó a Houston, donde ella luchaba contra el cáncer. La hija de la más grande recuerda los problemas con el alcohol de José Ortega Cano.
Los problemas de Ortega Cano con el alcohol crecen con la enfermedad de Rocío Jurado
"Él lo que ha hecho es tener menos vergüenza que yo y de lo que tenía que haberse preocupado no es del tiempo que estuvo con ella, sino de la calidad de vida que le dio”, comenzaba sentenciando. “José, en el momento en el que mi madre ya ingresa en Houston, cae en picado y se le acrecienta un problema que él ya tenía, que luego salió a la luz y que desgraciadamente dio lugar a la pérdida de una persona (Carlos Parra). Estaba ausente, no lo encontrábamos de repente o se quedaba dormido entre dos sillas en el hospital”, describe.
“Yo creo que había una mezcla entre dolor y conciencia. Cuando hablo de conciencia hablo de remordimiento, de mala conciencia por saber que no había hecho las cosas correctamente. Le costaba asumir la enfermedad y asumir cómo se había portado con ella. Pero no es verdad que él empiece a tener el problema que tiene por la muerte de mi madre. A lo mejor se eleva la intensidad, pero él ese problema lo tiene desde mucho antes”, asevera con rotundidad Rocío Carrasco.
“Ella (Rocío), sabedora del problema que tenía, quería tenerlo controlado para que no tuviera problemas y de repente me preguntaba ‘dónde está José’. Voy a buscarle y estaba echado en una hilera de sillas en uno de los pasillos. Yo lo llamo y le digo que mi madre la está buscando, que necesita que esté allí y le pregunto que si no va a hacer eso aunque sea por ella. Luego, a mi madre le dije que se había ido a comprar chicles, pero ella, que no era tonta y sabía que esas dormideras venían de otra cosa, le dice ‘ni aquí me vas a respetar’, porque no estaba respetando lo que ella le había pedido”, ha relatado con detalle.
Rocío Carrasco contó a Jorge Javier Vázquez que incluso llegó a torear con resaca. “Toreó con resaca alguna vez”. De esta forma deja constancia de su problema con el alcohol.