Donald Trump no ha podido perdonar a Meghan Markle su apoyo a Joe Biden en las elecciones presidenciales del año pasado, que el esposo de Melania perdió abrumadoramente. Ni tampoco que le llamara “misógino”, mucho antes de ser parte de la realeza. Por eso, cada vez que puede arremete contra la duquesa de Sussex, y ha enfilado un aluvión de críticas en una entrevista con el expolítico británico Nigel Farage, transmitida por 'GB News', en la que calificó como “irrespetuosa” y “manipuladora” a la esposa del príncipe Harry.
“No soy su fan. No lo fui desde el principio. Creo que Harry ha sido utilizado por ella y que algún día lo lamentará” dijo Trump al ser consultado sobre la duquesa por Farage, quien siempre ha atacado a Meghan Markle en su programa, con lo cual, el espacio televisivo se convirtió en el desahogo de ambos personajes contra la exactriz. El expresidente estadounidense aseguró que las opiniones de la duquesa de Sussex arruinaron la relación de Harry con su familia, lo cual “ha hecho daño a la reina".
Donald Trump siempre ha mostrado admiración por la reina Isabel II, quien en verano de 2019 recibió al magnate neoyorquino, durante una polémica visita de Estado a Reino Unido. “La reina y toda la familia real han sido fantásticas. La relación con el Reino Unido es muy fuerte”, dijo el exmandatario en aquella oportunidad.
Aunque nunca ha admirado a Meghan Markle, la gota que derramó el vaso parece haber sido la carta que dirigió la duquesa al congreso de Estados Unidos, en la que solicitaba apoyo en su campaña para mejorar el programa nacional de licencias familiares pagadas. “La mayoría de las naciones ya cuentan con políticas de licencias pagadas para permitir que los padres cuiden en casa de sus hijos, mientras Estados Unidos no garantiza a ninguna persona ni un solo día de estos permisos (...) La madre o el padre que trabaja se enfrenta al conflicto de estar presente en el hogar o salir para recibir un sueldo. Ese sacrificio de cualquiera de los dos tiene un gran costo”, dijo Markle.
Para Trump, esa carta de la duquesa de Sussex para presionar a los congresistas sobre temas sociales representa una clara ruptura de la tradición, que indica que la familia real británica debe mantenerse al margen de la política. “Ella está haciendo cosas inapropiadas, porque usó el título real para entrometerse en la política estadounidense”, dijo el magnate.
Los republicanos también respondieron al mensaje de Meghan Markle, y la exhortaron a mantener la neutralidad política. Asimismo, la invitaron a quedarse en “la actuación” en lugar de “tratar de jugar a la política”.
El cortocircuito entre Meghan Markle y Donald Trump viene desde hace varios años atrás, cuando ella, siendo todavía actriz, acusó al exmandatario de “misógino y divisivo”. Varios años después, le preguntaron al magnate sobre esas declaraciones, y sin diplomacia alguna respondió: "No sabía que era tan desagradable". Más tarde, cuando los duques abandonaron Reino Unido para residir en Canadá, para luego instalarse en Los Ángeles, la bienvenida de Trump como presidente en ese momento fue: “Estados Unidos no pagarán por su protección de seguridad. ¡Deben pagar!".