Íñigo Onieva era una persona totalmente anónima hasta hace dos años. A finales de 2020 se confirmaba el noviazgo de Tamara Falcó y el joven. Diseñador de coches y empresario de ocio nocturno. Tras romper su relación con la marquesa de Griñón, toda la familia de Íñigo se ha puesto en el foco mediático. Especialmente Alejandra Onieva, una de sus hermanas, conocida actriz por participar en series de Antena 3 y Netflix, y Carolina Molas, su madre, una conocida y exitosa empresaria e influencer. Pero su padre ha permanecido siempre en un segundo plano, en esta sonada ruptura también.
Su padre, con el mismo nombre y apellido de su hijo, Íñigo Onieva Sr, es un importante empresario y actual director global de E-Commerce del grupo Barceló. Cuando Íñigo era adolescente se separó de su madre. Ella se quedó en la casa familiar de La Moraleja, donde ahora se concentran las cámaras, y él se mudó a México, por este motivo se encuentra en un discreto segundo plano. Allí rehizo su vida, se volvió a casar y tuvo un hijo llamado Willy, hermano de Íñigo.
Carolina Molas y Alejandra Onieva, los principales apoyos de Íñigo Onieva
A día de hoy uno de los pilares más importantes en la vida de Íñigo es su madre, Carolina Molas, de 53 años. Siempre ha sido una persona muy discreta, pero es la única persona de los Onieva que se ha pronunciado respecto a la ruptura de su hijo. Amablemente ha atendido a los medios de comunicación congregados a las puertas de su casa. En su breve intervención en los medios de comunicación, aseguró que todos lo están pasando "muy mal" y que están "muy tristes". "Tamara está sufriendo", aunque realmente "los dos están muy mal, cada uno con sentimientos distintos", añadió.
Otro conocido rostro es Alejandra Onieva. No se ha separado de su hermano ni en un momento. Sin embargo, aunque la hemos visto salir de casa, no ha querido pronunciarse al respecto. Ella está centrada únicamente en su carrera de actriz y no quiere que esto le pueda afectar.