Paloma Cuevas es una mujer totalmente nueva. A mediados de 2020, tras el confinamiento, saltó a la primera página de las revistas y los programas del corazón por su sonada ruptura con Enrique Ponce, algo que llevaron en la más estricta intimidad. Todo salió a la luz cuando el torero se dejó ver en compañía de una joven muy atractiva. Se trataba de Ana Soria, el amor de su vida. La pareja cumplió a principios de 2022 dos años de feliz relación.

La empresaria y el torero firmaron el divorcio el año pasado tras unas duras negociaciones. Paloma Cuevas pidió a Enrique Ponce que dejase de publicar fotografías y vídeos en sus redes sociales junto a Ana Soria y les prohibió hablar con los medios de comunicación, por este motivo ahora se mantienen en un segundo plano. Todo lo contrario que la ‘socialité’, que se encuentra volcada en sus compromisos profesionales.

El nuevo compromiso de Paloma Cuevas 

Paloma Cuevas probó suerte como diseñadora junto a la ayuda de su íntima amiga Rosa Clará. Diseñó una colección de vestidos de fiesta que salieron a la venta el pasado mes de febrero. Debido a su unión con Rosa Clará, la ex de Enrique Ponce acudirá el próximo 21 de abril al desfile de la diseñadora, que tendrá lugar dentro de la Bridal Fashion Week 2022, donde presentará sus nuevos trajes de novia en Barcelona. Este será su primer acto público.

La empresaria disfrutó de la Semana Santa en Málaga junto a la familia y amigos íntimos. El pasado jueves estuvo presente en la procesión del trono del Cristo de la Buena Muerte. Cuando se separó de Enrique Ponce estuvo un tiempo alejada de las redes sociales y de los actos públicos, pero ahora ha vuelto con fuerza. Aunque se la pudo ver con unos amigos, la mayor parte del tiempo estuvo centrada en sus hijas y en el cuidado de su padre, Victoriano Valencia. Paloma Cuevas se retiró de todos los eventos públicos.

Solo se dejó ver el pasado mes de marzo en Jerez de la Frontera para asistir a la fiesta que José Luis López, conocido como el Turronero, organizó con motivo del bautizo de sus nietos. El día anterior dio un paseo en compañía de dos grandes amigas, María Zurita y Susanna Griso, y cenó en las bodegas González Byass con el resto de invitados.

Como aseguraron testigos que estuvieron con ella, “Paloma estaba espléndida, divertida y en otro capítulo de su vida. Se lleva muy bien con Enrique y lo que procura es que sus hijas estén felices y sigan con su vida. Para ella la familia es lo primero y por eso quiso que sus padres se fueran a vivir con ella y cuidarlos. Victoriano es un hombre mayor y Paloma prefiere estar pendiente. Para las hijas convivir con los abuelos es muy bonito”.