Muchos han seguido la carrera de Victoria Beckham desde que inició en la música y posteriormente se abrió puertas en una industria diferente. Algo que no todos saben es que durante todo este tiempo ha sufrido un gran escrutinio dirigido a su figura. Esa mujer que aparecía en los diarios y revistas con una imagen posiblemente engreída y desapegada, repetidas veces navegó a través de momentos incómodos. Varios años después de un suceso determinado, el día que peor lo pasó en un programa en directo, cuenta cómo fue su experiencia.
En marzo de 1999 Victoria Beckham dio a luz a su primogénito, Brooklyn Beckham. Tan solo algunas semanas después de su parto, tuvo una aparición en el programa inglés Don't Forget Your Toothbrush de Channel 4. Lo cierto es que el presentador, Chris Evans, la interrogó sobre la dieta que había seguido al término del embarazo para perder peso. A lo que la empresaria comentó que no acudió al gimnasio. El presentador le insistió sobre si había vuelto a su peso “normal” y ella le dijo que sí. Seguidamente, él la instó a confirmarlo.
Al principio, la cantante dudó y luego indicó que ya le había pedido a otra de las Spice Girls que lo hiciera y que le parecía horrible. Aun así, se subió a la báscula y Evans apuntó: “50 kilos, no está nada mal, ¿verdad?”. A más de 20 años de eso —en una entrevista reciente con Vogue Australia— volvió a recordar ese episodio. “A mi madre le pasó lo mismo [quedarse delgada] después de sus embarazos. Eso no significa que tuviera un trastorno alimentario. Y me hizo subir a la báscula para que me pesara. ¿Te imaginas hacer eso hoy en día?”, confesó a la revista.
Victoria Beckham fue avergonzada por sus hábitos alimentarios
A finales de los 90 y principios de los 2000, la obsesión por lucir un cuerpo perfecto era mayor a como es actualmente. “Me han llamado 'Porky Posh' en un titular, me han llamado 'Skeletal Posh'. Después de tener a Brooklyn, había una foto en la portada de un periódico señalando cada parte de mi cuerpo que debería perder peso”, defendía la mujer del ex futbolista. Las experiencias de esta celebridad con el “Body shaming” han sido terribles. Y, aunque algunas cosas han cambiado, todavía existe una fuerte tendencia a menospreciar el aspecto de las personas y hacer críticas pasivo-agresivas.
No hace tanto, la diseñadora de moda fue condenada por decir que come una única comida al día que consiste en pescado y verduras. Con solo detallar los hábitos disciplinados que lleva a cabo apareció en todos los titulares. “Como muchas grasas saludables: pescado, aguacate, frutos secos, ese tipo de cosas”, manifestaba.
En tanto que las personas sean felices y estén bien de salud, ¿no se debe seguir comiendo lo que plazca a cada uno? ¿Por qué los demás sienten que tienen derecho a enumerar las características como si fueran negativas o de advertir que están muy o poco alimentadas? Victoria Beckham no es un caso aparte, millones de mujeres viven experiencias similares. ¡Es hora del cambio!