‘MasterChef Celebrity’ inició la semana pasada su séptima edición y viene cargada de polémica. El estreno menos visto de la historia del formato en unos momentos complicados para el talent show y la cadena pública. Es el único programa que funciona en toda la parrilla de TVE. Todos los años se ha alabado el casting de ‘MasterChef’. De hecho, incluso los espectadores pedían a otras cadenas que aprendiesen. Sin embargo, en esta ocasión han recibido la desaprobación del público.
Los espectadores creen que en esta ocasión han rebajado el presupuesto y por este motivo habrían contratado a rostros menos conocidos por el público. De hecho, solo se salvan Norma Duval, Lorena Castell, Ruth Lorenzo o Patricia Conde. Incluso esta última se ha llevado numerosas críticas por sus problemas con Hacienda.
"¿Le han cogido para que pague a Hacienda?” O “¿es para que todos le paguemos la deuda con Hacienda”, son algunos de los comentarios que se pueden leer en las redes sociales tras ver a Patricia Conde en el concurso de TVE.
Patricia Conde mantiene una importante deuda con Hacienda desde el año 2017. La Agencia Tributaria publica todos los años una lista con aquellas personas que deben más de un millón de euros. La presentadora debe cerca de 1,1 millones de euros, por supuestamente deducirse el IVA de gastos personales hace más de una década.
Este enfado de los espectadores viene porque ‘MasterChef’ se emite en la televisión pública, la que se paga con los impuestos de los contribuyentes. "¿Lo de Patricia Conde es para que todos los españoles le paguemos la deuda que tiene con Hacienda?", se preguntaban a través de las redes sociales algunos usuarios.
A pesar de las críticas el programa ya está grabado y Patricia Conde participará en esta séptima edición.
Patricia Conde estuvo a punto de abandonar 'MasterChef'
Patricia Conde reconoce que le costó aceptar la propuesta de participar en ‘MasterChef’. Miki Nadal el aconsejó y posteriormente habló con su representante. Es la primera vez que da el paso y se atreve a participar en un formato sin guión. Pero lo que nadie sabía es que por la presión estuvo a punto de abandonar el concurso en plenas grabaciones. "Se te pasa siempre por la cabeza. Es duro porque el cliente final es el espectador, entonces no puedes hacer mucho más que escuchar el veredicto de lo que he hecho bajo mi corta experiencia como chef”.
"No puedo hacer un plato de una estrella Michelín y, probablemente, nunca lo haré en toda mi vida. Podré hacer algo parecido, pero nunca va a llegar a ser algo tan espectacular. Y te hacen sentir mal pensando que a lo mejor sí podrías hacerlo. Y cuando no duermes y estás de cara al público sin dormir porque no has podido conciliar el sueño porque tienes una prueba que no sabes por dónde va a ir, las herramientas que vas a tener, ni si te lo vas a pasar bien; no duermes en toda la noche. Porque, además, estás agotado mentalmente, y al no dormir piensas: ¿Dónde me he metido, qué es esto?", reconoce Conde.