Durante muchos años, los tres hijos de la princesa Estefanía de Mónaco fueron los rostros más desconocidos de la familia Grimaldi. Los Casiraghi, hijos de la princesa Carolina, siempre fueron considerados como los jóvenes más famosos del Principado hasta que Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, inició su carrera como diseñadora de modas y Camille Gottlieb, su hermana menor, se convirtió en una digna representante de la Familia Real monegasca y en una conocida influencer en redes sociales. En la actualidad, Gottlieb es reconocida por su gran parecido con Grace Kelly, y Pauline por ser un calco de su madre.

Pauline, hija de una princesa con un guardaespaldas, tiene un estilo mucho más minimalista, desenfadado y hasta un poco rockero. Suele vestir con prendas básicas y los vaqueros son un imprescindible en su vestidor. Este estilo recuerda mucho a la forma de vestir de Estefanía de Mónaco, quien se convirtió en un ícono de la moda durante la década de los 80. 

Pauline Ducruet

Madre e hija suelen demostrar el gran parecido que hay entre ellas cada vez que posan juntas en algún evento, puesto que suelen elegir estilismos muy similares. Mientras que Camille Gottlieb tiene un estilo mucho más lady, Pauline suele apostar por vaqueros rotos con camisetas o trajes de chaqueta y pantalón de corte oversize, reemplazando los vestidos por algunas prendas más irreverentes y originales. De hecho, en el último desfile de su marca ‘Alter’, Ducruet posó con un traje sastre en color verde manzana, combinado con una camiseta básica blanca, joyería dorada y zapatos marrones de punta cuadrada. Por su parte, Estefanía de Mónaco se decantó por un vaquero ancho, camisa de satén en color terracota, chaqueta de cuero en color vino y botas de punta en color marrón. Un look que perfectamente usaría Pauline, ya que es muy de su estilo.

Pauline y Estefanía de Mónaco suelen modelar las prendas de ‘Alter’, cuya filosofía de sostenibilidad encaja a la perfección con el concepto de la firma, por lo que reutiliza piezas de cuero de otras fábricas e intenta no desechar una gran cantidad de tejidos o piezas sobrantes de otras colecciones para no contribuir con el fast fashion.

La insólita infancia de Pauline Ducruet

A diferencia de la mayoría de los niños Grimaldi, Pauline y sus hermanos no tuvieron una infancia rodeada de lujos en el Palacio, sino que crecieron rodeados de elefantes, malabaristas y acróbatas, pues su madre decidió dejarlo todo atrás para vivir en una caravana circense, ya que se había enamorado de un domador de elefantes. “Fue un momento de pura libertad que no creo que muchos niños puedan tener”, afirmó Pauline en una entrevista. “Entiendo [que mi educación fue inusual] y lo aprecio. Estoy agradecida de haber tenido la infancia que tuve”, agregó.

Tiempo más tarde, cuando cumplió 18 años, decidió abandonar Mónaco para seguir sus propios sueños, así que se mudó a París para estudiar Diseño de Modas en el Instituto Marangoni y luego se trasladó a Nueva York para continuar su formación en la Parsons School of Design.