Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más reconocidos y famosos de toda España. Su sentido del humor y su naturalidad frente a las cámaras han provocado que tenga una amplia legión de seguidores, y su programa es uno de los más vistos de televisión. Pero, obviamente, a su personalidad también se le suma el don que tiene en los fogones, y sus platos son auténticas obras de arte. Aquellos afortunados que han tenido el placer de probar sus inventos hablan maravillas.
Por eso, un gran número de personas tratan de comer en su restaurante de Zarautz, que inauguró en 1978, y está situado en un castillo de piedra rústica. Es una joya arquitectónica, y llama la atención solamente con verlo desde fuera, aunque lo mejor está dentro. Porque, a los amantes de la comida, les espera una experiencia única e irrepetible una vez comienza la degustación de sus platos. Y sin duda, el precio es mucho más accesible de lo que muchos creen.
La página web del restaurante se describe como “una oferta culinaria que une acertadamente la línea tradicional con la innovación de la prestigiosa cocina vasca”, y los platos varían según la temporada. Lo que no cambia nunca es el menú degustación, que se sitúa en unos asumibles 49,5 euros. Una cifra ridícula, si la comparamos con la propuesta de otros locales, de mucho menos prestigio y popularidad. No hay que olvidar que estamos hablando de un cocinero con una larga trayectoria a sus espaldas, a sus 73 años, y que ha participado en miles de programas televisivos, además de haber escrito más de un centenar de libros.
El menú degustación de Arguiñano incluye ensalada templada de chipirón Pelayo, rissoto con crema de hongos, bacalao con salsa zurrukutona y guiso de callos, pollo lumagorri con salsa y merengue cítrico y pastel vasco con helado de hierba luisa. Una experiencia para el recuerdo, que se puede vivir en Zarautz, en el País Vasco.