La vida de la princesa Diana en la familia real británica no fue fácil, de hecho, ella misma fue la encargada de darlo a conocer durante la impactante entrevista concedida a Martin Bashir, periodista de la BBC, hace exactamente 27 años, el 20 de noviembre de 1995.
En aquel momento, la exesposa del actual monarca, Carlos III, reveló en ese encuentro televisado sus “tropiezos” en el seno de la Firma: sus desórdenes alimenticios, los engaños, las dudas sobre la capacidad de su entonces esposo para reinar en el Reino Unido, su “relación a tres” … Todo aquello se convirtió en una terrible suma de declaraciones que acabó convenciendo a la reina Isabel II de que la única salvación de la princesa y, sobre todo, de la imagen de su familia era el divorcio que se vio obligada a conceder a su primogénito y a Diana de Gales, tal como explica La Razón en su sitio web.
Lady Di y la ‘prueba de Balmoral’
El primer encuentro de la reina Isabel y Diana Spencer tuvo lugar a comienzos de agosto de 1979. Según lo que relata Andrew Morton en su reciente biografía de la reina, titulada “La reina: su vida”, la monarca “se quedó un tanto desconcertada, pues no la recordaba bien”. No era la primera vez que la hija del conde de Spencer visitaba Balmoral. Había acudido invitada como compañera de juegos de los príncipes Eduardo y Andrés; y posteriormente como posible novia del duque de York, ya que ambos eran contemporáneos.
Al verano siguiente, la reina volvió a ver a Diana en Balmoral. Pero en esta ocasión como invitada del príncipe Carlos. “Todos en la finca sabían lo que aquello significaba. La joven estaba pasando lo que coloquialmente se conocía como ‘la prueba de Balmoral’ para ver si era una novia apropiada para la familia real”, relata Morton. Aunque fue bien recibida, y el duque de Edimburgo afirmara que era una de ellos, por su actitud tranquila y participativa, el autor reveló que “momentos antes de llegar a Balmoral, estaba aterrada”. Pero no todo fue color de rosa, pues Diana no le cayó bien a toda la familia. A la princesa Ana, la tercera hija de los Spencer le parecía una “tontita”, destaca el autor. “Y Norton Romsey, nieto de Mountbatten y su esposa Penny tenían la impresión de que Diana estaba más enamorada del título que del hombre que lo ostentaba”, agregó.
Divorcio de Lady Di y Carlos III
Antes de la Navidad del año en el que concedió la entrevista, la princesa recibió el consentimiento de la reina para separarse oficialmente de su esposo. En ese sentido, Morton cuenta que Isabel II siempre fue un gran y sólido apoyo para Diana.
De hecho, el biógrafo relata que, junto a su consentimiento de divorcio, la monarca le envió una invitación para pasar las vacaciones de Navidad con ella y el resto de la familia en Sandringham, a pesar de la polémica entrevista a la BBC. Sin embargo, la princesa decidió declinar cortésmente la invitación, no sin agregar, cuando se lo contó a sus amigos cercanos: “Habría ido en mi BMW y habría salido en un ataúd”, recoge el medio ya mencionado.