Los padres de Mario Biondo están dispuestos a hacer justicia. Hace una década que su hijo falleció en el domicilio de Madrid que compartía con Raquel Sánchez Silva. El cámara fue hallado muerto por la asistenta. En un primer momento se dictaminó que se trataba de un suicidio, pero sus progenitores creen que alguien le mató. No acusan directamente a la famosa presentadora, pero creen que la persona que supuestamente habría matado a su hijo, según su teoría, está muy cerca de ella.
Los progenitores de Mario Biondo han cambiado de abogados y han confiado en el bufete Voseeler en Barcelona. Santina y Pippo aportarán nuevas pruebas para intentar reabrir el caso en España y demostrar que su hijo, tal y como ha sentenciado la Justicia italiana, fue asesinado.
“Nuestros abogados -dice Santina- nos han pedido que esperemos a la rueda de prensa para ofrecer todos los datos y las pruebas. Solamente puedo adelantarle que se presentarán suficientes argumentos para pedir que se reabra el proceso en España. Mario fue asesinado, no se suicidó, lo dictamina una sentencia del Tribunal Supremo italiano”.
Las nuevas pruebas que se encuentran en el poder de los padres del cámara y el bufete de abogados van a traer mucha cola. Información muy concluyente sobre el caso y que aclararía prácticamente todo.
Ahora mismo Santina no quiere volver a ver a Raquel Sánchez Silva, aunque tal vez tengan que verse las caras por obligación. No siente ningún rencor hacia ella, pero cree que no les dio un buen trato cuando murió su hijo.
Raquel Sánchez Silva solo podría tener miedo si ha mentido
La Razón le pregunta sobre si Raquel Sánchez Silva podría estar relacionada con estas nuevas pruebas. Santina asegura que “si ella considera que no tiene ninguna culpa ni nada que ocultar, estará tranquila. Y no debe temer… Si su conciencia está tranquila y limpia no debe preocuparse. Pero si tiene miedo es porque no ha dicho la verdad”.
Cuando la justicia española dictaminó que Mario Biondo se había suicidado, Raquel Sánchez Silva cerró el caso. Cerró una etapa y empezó otra de nuevo. Se casó y tuvo dos hijos. Para ella la sentencia de asesinato de la justicia italiana carecía de importancia. Se desvinculó completamente de los padres de su entonces marido. “No lo entendemos. Ha desaparecido totalmente de nuestras vidas. Que vergüenza… Pero, bueno, nosotros seguimos adelante con nuestra lucha para que se esclarezca la verdad, nunca perdemos la esperanza de llegar hasta el final. Mario fue asesinado y lo vamos a demostrar”. Abren de nuevo el caso por dignidad.