Además de ser reconocida como una de las royals más influyentes en el mundo de la moda, Carolina de Mónaco también se deleita con la buena comida. La primogénita de Grace Kelly y el príncipe Rainiero de Mónaco ha viajado por muchos países del mundo, disfrutando de los restaurantes más exclusivos y mejor valorados. Sin embargo, su restaurante favorito no se encuentra en su Mónaco natal, ni en Francia, ni España ni en el Reino Unido, sino en una pequeña isla frente a la costa de Italia, lugar que suele frecuentar durante sus vacaciones de verano.
Todos los años, la hermana mayor del príncipe Alberto II de Mónaco suele navegar por el mediterráneo en su barco, el Pacha III, para visitar uno de sus lugares favoritos en todo el mundo, la isla de Capri, situada al sur del golfo de Nápoles, frente a la península Sorrentina. En esta isla de menos de 14.000 habitantes se encuentra el restaurante Da Paolino, lugar que se ha convertido en el refugio de algunas celebridades como Julia Roberts, Tom Cruise, Richard Gere, Nicolas Cage y, por supuesto, la princesa Carolina de Mónaco. Este exclusivo restaurante destaca por su hermosa decoración y una gran variedad de platos tradicionales que enloquecen el paladar de sus comensales, entre los que destacan la tradicional ensalada caprese, pastas artesanales con productos frescos del mar y su inigualable ‘Linguine al Limone’, un platillo que muchos otros establecimientos han intentado recrear sin éxito. También cuenta con una gran cantidad de aperitivos y una sala de postres.
De acuerdo con algunas reseñas en Trip Advisor, el rango de precios de este restaurante, decorado con lámparas de mayólica y velas artesanales sobre sus icónicos limoneros, oscila entre los 103 y los 308 dólares, precio que Carolina de Mónaco paga sin ningún problema para poder degustar cada una de las delicias que ofrece el Da Paolino.
De una simple trattoria italiana al restaurante preferido de las celebridades
De acuerdo con la reseña histórica en la página oficial del restaurante, un hombre llamado Paolino abrió una simple trattoria italiana bajo el denso techo de los limoneros de Capri, un lugar “donde a nadie le importaba la apariencia, todos eran amigos, los ancianos iban a jugar a los bolos y preparaban platos típicos de la cocina de Capri, utilizando solo ingredientes locales y genuinos”. El vino es producido por ellos mismo con uvas de la viña y el pescado es traído diariamente por los pescadores de Marina Grande. Todo esto hace que el restaurante Da Paolino se convierta en uno de los mejores restaurantes del mediterráneo, debido a su “calidad, autenticidad y sencillez” de sus platos.
Presidentes de varios países, primeros ministros de todo el mundo, príncipes y princesas, jeques, celebridades de Hollywood y una gran cantidad de magnates empresariales, entre los que destacan los más inversores más influyentes de Silicon Valley, han sucumbido ante la hospitalidad, el servicio y el auténtico sabor italiano de este restaurante que ha sido atendido por su propio dueño desde su inauguración.