Los escándalos del magnate Jeffrey Epstein salpicaron a la casa de Isabel II, cuando este año Virginia Giuffre, una de las víctimas del empresario estadounidense acusado de tráfico sexual de niñas, presentó una demanda civil en Nueva York contra el Príncipe Andrés de Inglaterra, por haber abusado sexualmente de ella cuando era adolescente.
Virginia Giuffre narró a los abogados que el duque de York la obligó a tener relaciones sexuales tres veces entre el año 1999 y 2002, cuando ella era adolescente, luego de conocerlo en un encuentro con Epstein. El hijo de la reina Isabel II ha negado esta acusación. Sin embargo, la mujer insiste en los cargos contra el Príncipe Andrés argumentando que los "ricos y poderosos no están exentos" de rendir cuentas ante los tribunales.
Además de ver a su hijo acusado de abusos a una menor, la reina Isabel II ha padecido la renuncia a las obligaciones reales de su nieto favorito, el príncipe Harry, junto a su esposa, Meghan Markle, quien ahora podría ser una pieza angular en el juicio contra el Príncipe Andrés.
Meghan es amiga de Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe de York, y fue en su casa donde conoció a la reina Isabel II por primera vez. De hecho, fue Sarah quien enseñó a la duquesa de Sussex a realizar la reverencia ante la soberana. Su cercanía con Andrés la convierte en pieza clave para declarar ante la justicia por el escándalo sobre el abuso a una adolescente.
El abogado estadounidense, David Boies, dijo al diario 'Daily Beast' que la duquesa de Sussex puede "contar la verdad" porque ya no forma parte de la familia real, y vive en los EE UU, así que está sujeta a la jurisdicción de los tribunales norteamericanos, donde se llevará a cabo el juicio.
La defensa de Giuffre ha afirmado que Markle es "una estrecha colaboradora del príncipe Andrés y, por lo tanto, está en condiciones de haber visto lo que él hizo", además agrega que “debido a su asociación pasada con él, es muy posible que tenga conocimientos importantes sobre el tema". Pero todavía no ha sido confirmada la participación de la duquesa de Sussex en el juicio contra el segundo hijo de la reina Isabel II y hermano del príncipe Carlos. “Ella es solo una de las personas que estamos considerando llamar a testificar, aunque aún no hemos tomado una decisión", aclaró el abogado.
Hasta ahora, ni el Príncipe Harry ni su esposa han dado señales de tener conocimiento de este controversial tema. Por su parte, el tío del duque de Sussex “está totalmente consumido en la batalla legal y se ha estado quedando despierto hasta la noche para mantener una conversación constante con sus abogados con sede en California”, señalaron medios locales. La reputación del Príncipe Andrés está por el suelo. Si el juez acepta las pruebas, se celebra el juicio por abusos sexuales, y además la rebelde Meghan Markle llega a declarar, el golpe para la reina Isabel II sería de fuertes proporciones.