‘No te preocupes querida’ se ha convertido en la película del momento, pero no por su éxito y recaudación en taquilla, sino por el sinfín de polémicas que se han generado a raíz de su estreno en Venecia. Escupitajos y gritos podrían definir cómo era el ambiente de trabajo dentro del set, aunque Olivia Wilde, directora de la película, haya hecho lo imposible por desmentir todos estos rumores. Ahora, tras una exhaustiva investigación, se ha determinado que Olivia Wilde sí tuvo una fuerte discusión con Florence Pugh durante el rodaje de la película.

De acuerdo con ‘Vulture’, en enero de 2021 Pugh y Wilde protagonizaron una acalorada discusión a gritos en el set de filmación, una desagradable situación que se convirtió en una dinámica rutinaria entre ellas a lo largo de los meses de grabación. Según se ha filtrado, Florence Pugh había manifestado su molestia ante las constantes ausencias de Wilde, quien abandonaba su puesto de directora del filme para pasar tiempo a solas con Harry Styles, con quien había iniciado un romance durante la grabación de la película, ralentizando así el proceso de filmación. Este romance entre Styles y Wilde tomó a todos por sorpresa, sobre todo a Jason Sudeikis, el entonces esposo de Olivia Wilde y amigo cercano de Pugh. Algunas fuentes cercanas al entorno de la película afirmaron que “Olivia y Harry desaparecían”, además la directora tenía una muy mala actitud con el resto del elenco, por lo que Florence se negó a volver a hablar con ella, e incluso intentaba evitar el contacto visual con la también actriz para evitar una nueva disputa.

La salida de Shia LaBeouf de ‘No te preocupes querida’ aumentó la tensión en el set de rodaje

Además de las constantes discusiones con la protagonista del filme, Wilde también se vio involucrada en el supuesto despido de Shia LaBeouf del proyecto. Sin embargo, el polémico actor indicó que él renunció a formar parte de la película por voluntad propia, por lo que Wilde estaría mintiendo nuevamente. Además, la salida de Shia causó que muchos otros actores quisieran renunciar, especialmente Florence, quien negoció con Toby Emmerich de Warner para llegar a un acuerdo financiero que lograra convencerla de no abandonar la película. Ante esta serie de nuevas exigencias, Emmerich aumentó el salario de los actores principales, pero con la condición de que estos salarios debían ir a la par con la recaudación en taquilla.

Debido a esta serie de problemas internos, los ejecutivos de Warner se mostraron realmente molestos con Olivia Wilde. "Olivia es un genio loco que descubrió una manera de hacer que la gente conozca más la película para que así aumente la taquilla o ella no tiene ningún tipo de autoestima y conciencia de que está perjudicando su película", indicó una fuente cercana al equipo de producción. Sin embargo, a través de un comunicado oficial esto también se ha desmentido. “Nos enorgullece el trabajo de Olivia Wilde en esta película increíblemente bella y entretenida, y estamos deseando volver a trabajar con ella. Cualquier sugerencia de conflicto entre el estudio y Olivia simplemente es falsa”, indicó la producción.