¡Muy fuerte! Nos acabamos de enterar de algo que nos ha dejado sin palabras y seguro que a ti también en cuanto te enteres. ‘Sálvame’ es como un culebrón. Siempre pasan cosas. Recientemente acabamos de saber que una ex compañera de María Patiño y el resto de colaboradores se ha convertido en la mano derecha de Isabel Pantoja. Ella es Raquel Bollo. El papel de ésta en la vida de la tonadillera está siendo determinante. Especialmente en el conflicto de la cantante con su hijo Kiko Rivera.
Raquel Bollo está haciendo todo lo posible para que entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja se dé un acercamiento. No soporta verles peleados. La ex de Chiquetete es una de las pocas personas con las que la cantante ha mantenido el contacto en estos últimos meses. Bollo llegó hace unos días a Cantora para cantarle las cuarenta a Agustín.
En un primer momento Isabel Pantoja no quería comunicar a su hijo el fallecimiento de Doña Ana para no enturbiar el enlace de Anabel Pantoja, donde él iba a ejercer de padrino, algo que finalmente no se ha hecho efectivo. La tonadillera no estaba seguro si ver al cantante era lo mejor para ella y para él, pero finalmente, gracias a los consejos de Raquel Bollo, aceptó. Le abrió las puertas de Cantora, se despidió de su abuela, y habló unos minutos con Isabel. Lo que se dijeron se desconoce, pero ya es un primer paso para una reconciliación que podría tener lugar en las revistas.
"Está como cualquier hija que pierde a una madre tan importante para ella", explicaba sobre el estado de su amiga. "Kiko está igual. Para Kiko no era solo una abuela, era también como una madre", añadía. Además, aseguraba entender la reacción del Dj. "Lo entiendo perfectamente, son muchos sentimientos encontrados. Hay que meterse en su cabeza y es normal. Ya no solo por las circunstancias en las que se reencuentra con su madre, sino por el motivo de ese reencuentro. Es normal que esté hecho polvo y no tenga ganas de celebrar una fiesta”.
Y a pesar de todo, ella cree que se puede dar una reconciliación entre madre e hijo después de un año enemistados y sin dirigirse la palabra. "Llevaba tiempo sin verla, pero la conexión nunca se ha perdido. Sabéis cómo soy y, a pesar de lo que se pueda decir, yo sé lo que hay y lo que no hay. A mí lo que diga la gente hace mucho tiempo que me dejó de importar".
Raquel también dejaba muy claro que ella siempre ha sido bien recibida en Cantora. "Si voy y soy bien recibida, perfecto. Pero si hubiera ido y no hubiese sido bien recibida, cosa que yo sabía que no iba a pasar, me hubiera ido y ya está. Además, respetando y entendiendo. Cada uno en esos momentos de intimidad es libre de vivirlo como quiere. Aunque haya sido en un momento feo, madre e hijo han estado y que ojalá todo fluya. Es lo que quiero, por lo que he luchado y lo que he intentado desde el minuto uno. Se ha conseguido y eso a mí me hace feliz".
"Tengo esperanza y va a pasar, no sé el tiempo, pero va a pasar", opinaba sobre una posible reconciliación. "Lo dije en su momento. Hay algo que es naturaleza. Ellos son madre e hijo, y por un motivo o por otro, la vida es muy larga y es una cosa que se tiene que solucionar", sostenía. "Tendrán que hablar. Ahora mismo les ha unido un dolor grande. Isabel ha perdido a una madre y Kiko ha perdido a una abuela y madre” añadió para finalizar.