María Patiño tuvo muy buena relación con Antonio Tejado. Una amistad que se forjó aún más cuando éste era un rostro recurrente de Mediaset. Sin embargo, se ha quedado como un juguete roto. Hace algo más de dos años, el sobrino de María del Monte se sinceró sobre sus adicciones, algo que la presentadora ya conocía de primera mano. Tuvo serios problemas con el alcohol y la cocaína.
El televisivo ha explicado que este es “un problema de alcoholismo grave que arrastro desde hace bastantes años por no solucionar mis problemas”. Pero ese forma de vida está ya acabada pues, según confiesa: “¡Ahora, muy bien! Estoy centrado, llevo 25 días haciendo una vida muy sana. He quitado de mi vida el alcohol y la cocaína”.
María Patiño intentó ayudar a Antonio Tejado tras su llamada de urgencia
Por este motivo, Antonio Tejado se retiró de las cámaras. Se puso inmediatamente en manos de profesionales tras tocar los infiernos. “Sin la cocaína seguiría siendo un alcohólico. Me podría haber dado un infarto”. También contó con la inestimable ayuda de su amiga María Patiño. El joven le pidió ayuda. Según la veterana periodista, esa conversación con Antonio para ella fue una “llamada de auxilio”, y no dudó en informar a su familia de esos problemas: “Hice algo de lo que no me voy a arrepentir en la vida, que es comunicárselo a su familia”.
Cuando Antonio Tejado desveló encontrarse mejor, María Patiño no le creyó. "No quiero herirlo pero la dieta mediterránea es súper sana pero no cura determinados problemas. Creo que se miente a sí mismo pero es mayor de edad”.
Antonio Tejado logró dar sus primeros pasos en televisión gracias a la influencia de María del Monte. Empezó a trabajar en Canal Sur, en la producción del programa de su tía. Sin embargo a él le interesaba más ponerse delante de las cámaras, pero tal vez no tanto. Y es que cuando se enamoró de Rosario Mohedano y tuvo dos hijos con ella tenía a los reporteros y paparazzis a las puertas de su casa durante todo el día.
Tras retirarse de los medios empezó a trabajar como camarero en un negocio familiar en Sevilla, la cervecería Puerto Plata. Allí "echaba una mano" en el bar que regentaba su padre