Shakira estaba feliz al lado de Piqué, era el hombre de su vida. Sin embargo, de la noche a la mañana se encontró con la sorpresa. El futbolista le comunicó que ya no estaba enamorado de ella. Después de su negativo por asistir a terapia de pareja e intentar arreglar las cosas, descubrió la infidelidad. El catalán estaba enamorado de Clara Chía, una joven de 23 años que conoció gracias a su amigo y entonces compañero Riqui Puig. La cantante se siente dolida y traicionada, además asegura que nunca perdonará al padre de sus hijos. Por este motivo, le habría prohibido, en una cláusula del convenio por la custodia de sus hijos, que no viva en Miami, ni mucho menos que se acerque con Clara Chía. No le quiere ver la cara nunca más cuando marche para siempre de Barcelona.
La colombiana se marcha, huye de Piqué y de sus problemas con Hacienda. Respecto a éste segundo tema, los abogados de Shakira presentaron un escrito de defensa en un juzgado de Esplugues de Llobregat ante la causa que se sigue contra ella por seis presuntos delitos fiscales entre los años 2012 y 2014. Según la artista, no fijó su residencia en España hasta el 2015, coincidencia con el nacimiento de su segundo hijo, Sasha, y la escolarización del primero, Milan, ya que hasta ese momento su relación con el deportista no fue seria.
Shakira se defiende: no vivió en España de forma fija hasta el nacimiento de su segundo hijo en 2015
Según el texto, hasta ese momento "no existía entre ambos un compromiso firme y sólo podían verse aprovechando períodos vacacionales o desplazamientos fugaces, ya fuera en Barcelona o en otros lugares del mundo". La defensa asegura que con Piqué solo mantuvo relaciones “esporádicas” hasta 2014, momento en el que decidieron fijar su residencia estable en Barcelona.
La cantante añade a sus argumentos la "controvertida renovación del contrato de Piqué con el Barcelona”, que se produjo en mayo de 2014, como un motivo para quedarse en Barcelona de forma permanente. Mientras Piqué continuó en el Barça, Shakira renunció a su compromiso con el programa ‘The Voice’ en Estados Unidos.
Shakira se expone a una petición de seis penas de prisión que suman 8 años y dos meses por no haber tributado entre el 2012 y el 2014 tanto el IRPF como el impuesto sobre el patrimonio, que recauda la Generalitat. Cada una de las causas que se le imputan suman menos de dos años, por tanto, al no tener antecedentes, no entraría en prisión, ni tan siquiera en el caso que se la condenase por todos los delitos.