La actriz inglesa Kate Winslet de 46 años se hizo mundialmente famosa al interpretar a Rose DeWitt en la película “Titanic” estrenada en el año 1997. Esta producción la convirtió en una de las estrellas más famosas de Hollywood. Sin embargo, años más tarde la consagrada actriz confesó que ese éxito también estuvo acompañado de una profunda soledad que le produjo el trauma causado por las críticas desmedidas con relación a su peso.
La actriz tenía 21 años cuando aceptó encarnar el papel de Rose en una de las películas más taquilleras de todos los tiempos, “Titanic”. La escena más recordada de la película fue una de las causantes de las críticas sobre su cuerpo. En la escena después del naufragio, Rose logra subirse a una de las puertas que flotaban en medio del océano; Jack, por su parte, no logró encontrar ninguna superficie y falleció producto de la hipotermia, mientras sostenía la mano de Rose. Esta escena fue una de las más conmovedoras de todo el filme, pero la comediante Joan Rivers decidió convertirla en una burla con relación al cuerpo de Kate: “Si hubiera perdido un par de kilos, Leo (DiCaprio) habría cabido en la puerta que le servía de bote salvavidas”, este comentario marcó mucho a la actriz, puesto que no se tomó en cuenta sus dotes histriónicas y únicamente se enfocaron en su peso.
Después de más de dos décadas desde el estreno de “Titanic”, la actriz confesó cómo se sintió respecto a las duras críticas que recibió mientras promocionaba la película, dado que, en ese momento, Winslet no “encajaba” con los estándares de belleza de Hollywood y la prensa sensacionalista no hacía más que indagar sobre su peso e inventar dietas falsas que seguía la actriz para lograr bajar de peso.
En varias ocasiones, la actriz se sintió perturbada por la cantidad de comentarios que recibía diariamente y a pesar de tener el apoyo de sus seres queridos, fue imposible no sentirse afectada. "La gente hablaba mucho de mi peso. Y me pidieron que comentara sobre mi estado físico. Entonces me pusieron la etiqueta de sincera y valiente. ¡No!, solo me estaba defendiendo", indicó la actriz.
"Estos comentarios dañaron mi confianza. No quería ir a Hollywood porque recuerdo que pensaba: 'Dios, si eso es lo que me dicen en Inglaterra, ¿qué va a pasar cuando llegue a Estados Unidos’; por no hablar del daño que hacen estos comentarios a tu autoestima (…) Además, interfiere en tu creciente impresión de lo que es bello. Me sentí muy sola. Por la sencilla razón de que nada puede prepararte realmente para... esto”, confesó en una entrevista.
A pesar del Body shaming (vergüenza corporal) que recibió la actriz por su participación en la cinta de James Cameron, Winslet ha sabido sobreponerse y consagrarse como una de las actrices más importantes de Hollywood al ganar un Oscar, cuatro Globo de Oro, tres premios BAFTA y dos premios Emmy, sin tener que dar explicaciones sobre su figura ni someterse a ningún régimen estricto para encajar en la industria.