Tamara Falcó ha vuelto a los brazos de Íñigo Onieva y no le importa mostrar al mundo lo enamorada que está, nunca dejó de estarlo. El empresario ha conseguido su propósito, reconquistar a la mujer con la que se iba a casar. Las segundas oportunidades existen. No obstante, aunque la marquesa de Griñón se ha vuelto a poner la venda en los ojos y confía plenamente en el cambio de actitud del diseñador de coches, los medios de comunicación estarán muy pendientes de cada uno de sus pasos.
La marquesa de Griñón estuvo a un paso de pasar por el altar. Solo un día después de anunciar su compromiso, se filtraron fotografías de Íñigo Onieva besándose con otra mujer. Infidelidades que él mismo reconoció finalmente y dinamitaron la relación con un gran dolor. Ahora el hermano de la actriz Alejandro Onieva tiene que poner mucho de su parte para que la relación funcione. Se ha vuelto mucho más religioso y acude a misa cada domingo. Tamara Falcó le ha pedido otro compromiso: apartarse de la vida nocturna.
Tamara Falcó exige un cambio a Íñigo Onieva para confiar en él
Tal y como cuenta EDATV, Onieva "está negociando su salida" de Lula. Su intención es dejar cualquier trabajo nocturno para centrarse solo en el día. Llevar restaurantes y dejar de lado las discotecas. El citado medio asegura que lleva días sin pisar las instalaciones de ese lugar. Ha sido muy difícil conseguir el perdón de Tamara Falcó y no piensa tirarlo todo por la borda otra vez. La vida puede dar dos oportunidades, pero tres es raro. Íñigo sabe perfectamente que la puede perder. De hecho, en las últimas semanas se la relacionó con uno de sus mejores amigos, al que llamó traidor, Hugo Arévalo. Los dos mostraron una gran complicidad, esto puso muy celoso al diseñador de coches.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva tienen muchos proyectos de futuro de cara al 2023. La intención es reanudar su relación en el punto en el que la dejaron cuando rompieron. Es decir, casarse. No obstante, la marquesa de Griñón quiere que el empresario se lo pida de nuevo, aunque en esta ocasión será mucho más cauta a la hora de anunciar el compromiso. Se podría celebrar incluso antes de la fecha prevista para el anterior enlace. Les corre algo de prisa y es que a la marquesa de Griñón le gustaría quedarse embarazada. Y lógicamente, una creyente como ella no puede tener un bebé antes de pasar por el altar. Está mal visto.
La hija de Isabel Preysler dijo que le encantaría ser madre, pero es algo que si no llegase viviría igual de tranquila. Solo tendría un bebé si encuentra al padre correcto, y tiene claro que Íñigo es esa persona, sino no le hubiese dado una segunda oportunidad ni hubiese estado tan enamorada de él estos meses. Estos meses serán muy importantes para Tamara Falcó, el año en el que cumplirá todos sus sueños.