Tamara Falcó nunca ha sido una persona anónima. Aunque hasta hace un lustro no pisó la televisión convirtiéndose en un personaje público, la marquesa de Griñón ya ocupaba todas las portadas desde pequeña por ser la hija de Isabel Preysler. Precisamente, gracias a las portadas de revista y a los reportajes, hemos podido ver crecer a la ex de Íñigo Onieva. Desde que nació un 20 de noviembre de 1981, Tamara ha pasado de niña a marquesa y se ha convertido en un rostro imprescindible de la televisión, los eventos y las redes sociales.
El punto de inflexión en su carrera llegó cuando aceptó participar en MasterChef Celebrity 4 y consiguió alzarse como ganadora. Durante doce programas el público tuvo ocasión de descubrir a la auténtica Tamara Falcó, que siempre había permanecido oculta bajo el adjetivo de pija. Desde ese momento ha permanecido siempre en el foco mediático. Estos últimos meses ha sido noticia por su ruptura con Íñigo Onieva.
Para Tamara Falcó, la revista 'HOLA' es el álbum familiar
Ahora es uno de los personajes más querido de la crónica social. Incluso su pensamiento es digno de estudio. Más de un millón y medio de seguidores, una empresaria de éxito, rostro televisivo y figura más deseada por las marcas y photocalls. Para conocer esta evolución hay que situarse primero de todo en la portada de la revista ‘Hola’, la cabecera de la familia. Curiosamente, Tamara Falcó llama a la publicación el álbum de la familia. De hecho, su madre tiene todas las publicaciones guardadas y puede verse tanto de pequeña como en la actualidad.
Su primera portada la protagonizó nada más nacer. Isabel Preysler posaba con una sonrisa junto a Carlos Falcó mientras sujetaba en brazos a una pequeña Tamara Falcó. "Isabel Preysler, marquesa de Griñón, ha dado a luz a una preciosa niña", se podía leer en la cubierta de la revista, donde se añadía que "se le impondrá el nombre de Tamara Isabel".
La portada es una de las favoritas de Isabel Preysler. En ella se la puede ver muy joven. Y además, se puede ver el gran parecido físico con Tamara Falcó. Es la hija que más se le parece. Casi podríamos decir que es la marquesa de Griñón teniendo a su primer hijo.
Y de niños hablamos o más bien de la infancia porque la de Tamara Falcó fue muy feliz, aunque sus padres se divorciaron cuando ella tan solo tenía cuatro años. Pertenece a una familia muy numerosa, tiene un total de ocho hermanastros.