Tamara Falcó está inmersa en los preparativos de la boda. Cuando se reconcilió con Íñigo Onieva no dudó ni un solo momento en retomar su compromiso. La joven cree que el empresario es el hombre de su vida y parece que le ha entrado prisa por casarse y formar una familia, aunque ella diga que no es algo necesario en su vida. La marquesa de Griñón celebrará su enlace en el palacio ‘El Rincón’, heredado de su padre, Carlos Falcó. Sin embargo, éste se cae en pedazos y no da tiempo a realizar una rehabilitación completa. Así que ya que es pleno verano, Tamara ha decidido celebrar la boda en el jardín, con una carpa por si llueve. Y con baños portátiles, como los de las obras.

Tamara Falcó, invadida por el estrés de una boda 

Pero Tamara Falcó no solo está volcada en los preparativos de la boda. También quiere verse muy guapa en un día tan especial donde ella será la absoluta protagonista y el futuro marido es un figurante. Reconoce que se encuentra un poco estresada con todo el proceso. "La verdad es que ya estoy con un estrés tremendo. Tienes que hacer un montón de cosas y todo el mundo te dice que no tienes tiempo. Pienso que aún quedan cinco meses pero es verdad que todo el tiempo están saliendo cosas".

Íñigo Onieva y Tamara Falcó

Poco a poco sabemos más detalles de este enlace. La marquesa confía plenamente en la firma 'Sophie et Voilà' para su vestido de novia. "Estoy súper contenta con el diseño de mi vestido, conocía a las diseñadoras hace tiempo y además, estoy contenta porque sea made in Spain” decía sobre el traje de novia.

Esta semana Tamara Falcó también ha sido vista en una clínica ocular, supuestamente para graduarse la vista, tal y como ha desvelado en exclusiva La Razón. Pero los rumores apuntan a otra dirección. Se especula con un posible retoque estético, como un relleno de ojeras. No obstante, ella ya tiene sus centros estéticos de confianza para esas misiones. No sería descabellado que se pudiese someter a una rápida e indolora cirugía ocular láser para eliminar para siempre las gafas o lentillas.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva instagram