Para nadie es un secreto que la princesa Diana de Gales fue un referente de la moda durante la década de los 90s. Su irreverencia y estilo marcó un antes y un después en la historia, ya que su buen gusto por la moda ha influenciado a gran cantidad de personas durante muchos años. Muchas celebridades han recreado algunos de sus looks y se han inspirado en ella para algunos atuendos especiales. Recientemente, la cantante estadounidense Taylor Swift ha optado por llevar su propia versión del famoso “Vestido de la venganza” de Lady Di.
La intérprete de “Shake It Off” relanzó su álbum “Red (Taylor’s Version)”, logrando causar revuelo y conmoción entre sus fans, ya que esperaban desde hace tiempo el regreso triunfal de la diva del pop a los escenarios.
La cantante asistió al famoso show estadounidense: 'Late Night with Seth Meyers' para hablar sobre el relanzamiento de su disco. Aunque el tema principal del programa era su regreso a la industria de la música, lo cierto es que una de las cosas que más acaparó la atención en su presentación fue el look que escogió.
La cantante eligió un vestido negro clásico, de escote estilo bardot en acabado geométrico, mangas largas y un cinturón joya, este vestido estaba firmado por el diseñador georgiano David Koma.
Este hermoso look no demoró mucho tiempo en ser comparado con el famoso “vestido de la venganza”, que usó Diana de Gales el día que salió a la luz el tórrido romance entre Carlos de Inglaterra y Camila Parker Bowles, hoy en día Camila de Cornualles.
La princesa Diana utilizó un vestido negro totalmente ceñido al cuerpo, con un sugerente escote corazón- bardot, en el año 1994 para la fiesta de Vanity Fair en Londres, Inglaterra. Ese día, el príncipe Carlos confesaría públicamente que le había sido fiel a la princesa Diana, ella optó por salir airosa de la situación y se apareció rompiendo todos los códigos de vestimenta de la realeza, ya que el color negro solo se utiliza en eventos funerarios y no estaban permitidos los escotes. Ese famoso vestido marcó historia y fue diseñado por Christina Stambolian.
La cantante ha resurgido después de un tiempo de estar alejada del mediático mundo del espectáculo. La cantante había perdido el derecho sobre sus canciones y por ese motivo ha decidido volver a grabar todos sus álbumes, uno a uno, para recuperar sus más de 10 años de carrera artística, y así tener el dominio total de sus canciones. Este tema salió a la luz debido a que la ex de Jake Gyllenhaal quiso hacer una mezcla de sus temas para presentarlos en los premios American Music Awards. Sin embargo, los propietarios de los derechos de sus canciones, Big Machine Label Group, no se lo permitieron, ya que argumentaron que lo hacía con la intención de regrabar su música. A partir de ahí, Taylor Swift comenzó una campaña en sus redes sociales para conseguir el apoyo de sus millones de fans, y, de este modo, tener el derecho de cantar sus propias canciones.