¿Os imagináis una nueva entrega de ‘La herencia envenenada’? Allí se contó la guerra entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja y anotó récord histórico con más de cinco millones de espectadores. Nunca un programa había conseguido tanta audiencia en la última década. Incluso se llevó el minuto de oro con más de 7 millones. Y lógicamente, tuvieron que hacer segunda parte y tercera. Pero con la vida del DJ se podrían hacer muchas más.
El clan Pantoja ha vuelto a enfrentarse y a levantar las audiencias de ‘Sálvame’. Kiko Rivera se ha enfrentado a su prima, Anabel Pantoja, unos días antes de su boda por el fallecimiento de su abuela. Primero por la supuesta mentira de Anabel en la que le dijo que Isabel Pantoja no quería que fuese a Cantora a despedirse de Doña Ana, y segundo por celebrar la boda en un momento tan duro para la familia. Kiko Rivera no quiso saber absolutamente del enlace ni de su prima.
El DJ tiene demasiados sentimientos encontrados. Por un lado, se ha reencontrado después de un año sin hablarse con Isabel Pantoja. Madre e hijo tuvieron una pequeña conversación en Cantora. Incluso se abrazaron. Una reconciliación podría estar cerca y lógicamente en forma de exclusiva.
La fábrica de la tele no se ha podido quedar con la exclusiva de Kiko Rivera porque Lecturas pagaba más
De momento, Kiko Rivera ya ha cerrado su primera exclusiva y lo ha hecho con la revista Lecturas. A ‘Sálvame’ le interesaba hacer otro capítulo de ‘La herencia envenenada’ pero no había suficientes ceros. El cantante ha subido su caché y La fábrica de la tele no estaba dispuesta a pagar tanto.
"Le han pagado una suma de dinero tan grande que con una sola exclusiva no salía rentable, es muy probable que haya dos entregas", decía Diego Arrabal. Según el paparazzi, Kiko Rivera habría cobrado siete veces más que lo que le pagaron a Anabel. En el caso de la prima del cantante se embolsó 60.000 euros. Ahora calculen ustedes. La cifra asusta.
En la exclusiva "acusa a su prima de meter cizaña entre él y su madre durante este año y medio de distanciamiento”, tal y como contó Terelu. Pero es que no es el único engaño de Anabel Pantoja. Kiko Rivera tampoco fue a la misa funeral de su abuela por otro engaño de ella. Según el periodista, Anabel le habría dicho a su primo que la incineración de su abuela sería a las cuatro de la tarde: "Le hizo creer que no llegaría a tiempo, que no merecía la pena ir a Cantora, cuando la hora real de la incineración era a las ocho y media de la tarde”.
"Cuando Kiko hace unos meses tuvo que ser intervenido de urgencia para la retirada de su balón gástrico le pidió a Anabel que se lo contara a su madre, algo que Isabel Pantoja le habría negado a su hijo en el reencuentro en Cantora, ahí se descubrió el pastel y quedo claro que Anabel no le había dicho nada de la operación a su tía".
Anabel Pantoja quería que Kiko Rivera se quedara en su boda a toda costa para no perder la exclusiva. "Recuerda que tengo la exclusiva, tú eres el padrino y las niñas tienen que llevar las arras, si tú no te quedas por lo menos que se queden Irene y las niñas”, le insistió.