Por todos es sabido que Isabel Pantoja no pasa por su mejor momento. Como si se tratase de una maldición, la tonadillera lleva años en los que no levanta cabeza. Con su entrada a prisión, sus deudas con Hacienda, su pelea con Kiko Rivera, la cancelación de su gira y el reciente fallecimiento de su madre, Doña Ana. La progenitora de la cantante falleció a finales de septiembre tras llevar varios años muy delicada de salud.
Kiko Rivera decidió parar el enfrentamiento contra su madre tras verla tan mal anímicamente. Hacía un año que no se veían las caras, pero la ha visto muy delgada, con las facciones marcadas, cansada, sin arreglar. Sin ganas de vivir. Isabel Pantoja vive su peor momento y el fallecimiento de su madre solo ha hecho que aumentarlo.
A pesar de que la muerte de Doña Ana era cuestión de tiempo, Isabel Pantoja no supera el fallecimiento de su madre. Fuentes cercanas a la artista cuentan que se pasa el día hablándole a unas fotos de su progenitora, como si aún estuviese viva y la pudiese escuchar. Pasa largas horas sentada al lado de una especie de altar con fotografías de Doña Ana. Las contempla una, y otra vez, sin apartar la mirada, y recuerda momentos vividos con ella. Esos que ya no volverán jamás.
Isabel Pantoja está completamente sola sin la presencia de sus hijos. Kiko Rivera todavía no ha ido a verla con sus hijas, tal y como le prometió en su encuentro. Solo tiene el apoyo incondicional de su hermano Agustín, quién está siempre en lo bueno y en lo malo.
De momento, Isabel Pantoja no se ha atrevido a tocar absolutamente nada de la habitación de su madre. Sigue todo exactamente igual como lo dejó. Ni tan siquiera ha cambiado las sábanas donde murió, y aún huele a ella.
Puede ser que los espíritus se queden en Cantora. Ya contaron en más de una ocasión que Paquirri, una vez muerto, también se paseaba por las estancias de la finca. Chabelita contó que de pequeña vio al espíritu del torero.
"Cuando tenía tres años, en Cantora, yo me fui al cuarto de Paco, donde nunca ha entrado nadie, solamente entra mi madre. Y una amiga de mi madre me dijo que qué me pasaba porque yo miraba a la pared y me reía. Y mi madre escuchó un grito y le preguntó a su amiga que qué pasaba. Ella le dijo que yo estaba diciendo que había visto a Paco", ha contado Isa en GH VIP 6.
"Mi madre vino y me preguntó que qué había visto y yo le decía que a papá. Entonces la llevé a la entrada donde hay un cuadro enorme de Paco y le dije que lo había visto a él. Desde ese día mi madre no ha vuelto a entrar a ese cuarto", ha sentenciado.