Lamentablemente, ni los más famosos han podido librarse de los efectos y de las pérdidas económicas provocadas por la pandemia por Covid-19 en los últimos dos años. Y es que ha trascendido que la diseñadora Victoria Beckham ha acumulado una deuda de 64 millones de euros (53,9 millones de libras esterlinas) debido a las pérdidas millonarias de su empresa de diseño, según informó el tabloide británico ‘The Mirror’. De acuerdo con el citado medio, la empresa de la mujer del astro del fútbol, David Beckham, ha aumentado 11 millones de euros con relación a la deuda acumulada en 2021.
Un portavoz de la firma de la ex Spice Girls indicó lo siguiente: “los ingresos totales del grupo Victoria Beckham Holdings cayeron un 6 por ciento a 36 millones de libras (unos 43 millones de euros) debido a los efectos de la pandemia mundial. Este grupo respondió rápidamente a los efectos de la pandemia y controló su efectivo y gastos, lo que condujo a una reducción significativa de sus pérdidas operativas en un 57 por ciento, gracias a la eficiencia de costos en todo el negocio y la recalibración de su modelo comercial para hacerlo sostenible para el plazo más largo”, dejando entrever que la empresa de Victoria Beckham está buscando nuevas alternativas económicas para hacerle frente a esta crisis.
Sin embargo, las finanzas de los Beckham han logrado mantenerse relativamente estables, pese a esta millonaria deuda, gracias a los ingresos extra del ex jugador del Real Madrid, David Beckham, quien ha logrado duplicar sus ganancias en estos últimos años al recaudar 14 millones de euros en 2020, triplicando sus ingresos del 2019, donde solo logró percibir 5 millones de euros gracias a sus acuerdos comerciales con firmas como ‘Adidas’, la marca de whisky ‘Haig’ o la firma de relojes ‘Tudor’. Además, también se ha convertido en todo un magnate en el mundo del fútbol al crear el ‘Miami Freedom Park’, el estadio donde jugará su equipo de fútbol, el Inter Miami.
Victoria Beckham pierde seguidoras al apostar por un sistema de tallaje poco inclusivo
Además de enfrentarse a las pérdidas económicas a causa de la pandemia y la crisis financiera en Europa, la diseñadora británica también ha perdido popularidad entre sus seguidoras al confesar públicamente que la talla 34 podría representar fácilmente “al público en general”, lo que equivaldría a una talla ‘S’, generando una gran polémica entre sus fans, quienes indicaron que sus diseños no eran para nada inclusivos. Debido a la gran controversia generada por su declaración, la diseñadora decidió ampliar su tallaje hasta la 46, aunque no logró recuperar del todo la confianza de algunos de sus fans.
Asimismo, todo parece indicar que la supuesta mala relación que mantiene con la esposa de su hijo Brooklyn, la heredera Nicola Peltz, no ha ayudado con la imagen de su firma, puesto que fuentes han afirmado que la joven prefirió usar un diseño de la firma Valentino para su boda y no un diseño de su suegra. Esta acción pudo haber confirmado que la relación entre ellas no es la mejor, aunque Nicola lo ha desmentido totalmente.