Nacho Palau vivió dos décadas de auténtico lujo mientras mantenía una relación con Miguel Bosé. No paraba de viajar, comer en restaurantes caros, hospedarse en hoteles de diseño y todo tipo de comodidades. No le faltaba absolutamente nada. Sin embargo, cuando estos rompieron su relación, la vida del escultor dio un giro de 180 grados, tal y como él mismo contó en numerosas ocasiones. Los problemas económicos fueron los protagonistas de su vida. Pasó de tenerlo todo a no tener absolutamente nada. El valenciano tuvo que dejar de lado su profesión para mantener a sus dos hijos. Ahora mismo se encuentra en una batalla judicial contra Bosé para conseguir que por lo menos sus hijos tengan las mismas oportunidades que sus dos hermanos.

Nacho Palau pasó de tomar el sol en un resort de lujo en México a trabajar más de ocho horas por un sueldo inferior a los 1.000 euros. Debido a sus problemas económicos aceptó participar en ‘Supervivientes’. Se lo habían propuesto en numerosas ocasiones, pero siempre obtuvieron una negativa como respuesta. Sin embargo, la grave crisis que atraviesa le ha obligado a aceptar la propuesta. Prometió que no hablaría absolutamente nada de Miguel Bosé, pero poco a poco se va soltando.

Nacho Palau MEDIASET

Nacho Palau estaba en la ruina 

La relación entre ellos se volvió insostenible. Miguel Bosé le ofreció un piso para quedarse en México, sin embargo el escultor no aceptó. Prefirió coger sus cosas y marcharse a España, donde vive toda su familia. Lleva una vida muy humilde. Incluso en ocasiones se ve agobiado porque no llega a fin de mes y tiene que pedir dinero a sus padres. "Tenía ofertas y tenía personas que me decía Nacho esto te ayudaría. Te estás matando, estás yendo a currar, encabronado todo el día... Me faltaba no estar tan asfixiado”.

Nacho Palau reality MEDIASET

"Tengo 50 años, me he separado hace tres y tengo dos nanos. Nunca he sido ambicioso, me he conformad con trabajar, he sido feliz", comentaba ante sus compis de concurso. En cuanto a su situación económica, admitía haber vivido con muy poco durante los últimos años: "No he salido a comer pero me tomo mis cervecera...Con el dinero, justísimo”. Sin duda, el cambio que ha experimentado ha sido drástico. Esto es lo único que hacía en Madrid, una vida nada buena. No se la desea a nadie.