En la industria del cine hay muchos individuos con talento, contando a Natalie Portman como uno de los casos destacados. Se le abrieron las puertas cuando solo tenía 13 años, ya que un agente pudo vislumbrar algo especial mientras estaban en una pizzería. Contradictoriamente, ese debut le ha jugado en contra por mantenerla en una posición donde se hipersexualizó desde adolescente. Pero ha sido una situación que aprendió a manejar, navegando así a través de años con éxito, modestia y disimulo. Te contamos la vida secreta de esta actriz que está llena de aspectos interesantes e inspiradores.
Sin conocer su historia, cualquiera diría que es curioso el caso de Natalie Portman. Una artista que ha cultivado una carrera ecléctica en Hollywood, sin caer en la lista de “juguetes rotos” de la década de los 90. Su nombre real es Neta-Lee Hershlag y no es estadounidense como normalmente se cree, sino que nació en Jerusalén en 1981 y se nacionalizó después. Ahora bien, comenzamos por revelar que “Portman” proviene del apellido de soltera de su abuela paterna.
Su vida familiar es muy singular y la ha mantenido oculta por mucho tiempo. Empezando por sus bisabuelos paternos que perdieron la vida en un campo de concentración de Auschwitz. Hecho que tiene muy presente y sería la razón por la que lloraba entre escenas en el musical de El diario de Ana Frank de 1997. El lado curioso es que tenía una espía en la familia, su bisabuela era de Rumanía y trabajó como agente secreto para los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. Además de las tragedias y varias anécdotas particulares, Natalie tiene una historia propia increíble.
El extraordinario intelecto de Natalie Portman
Además de ser una de las pocas actrices en ganar los cuatro premios más importantes de la academia por una misma película, 'El cisne negro', es una genio. Tiene un coeficiente intelectual de 140, siendo 116 un indicativo alto de inteligencia. Sabiendo esto no es extraño que se haya graduado en la especialidad de psicología impartida en Harvard. Cuando tenía 18 años, a punto de estrenar una película, comentó que se inscribió a la universidad. “No me importa si la universidad arruina mi carrera. Prefiero ser inteligente que una estrella de cine”, fue su declaración de ese entonces. Decisión acertada, dado que no acabó con su carrera artística. De hecho, parece que la enalteció al hacerla comprender mejor sus personajes.
Y, si todavía queda 1 gramo de escepticismo en tu cuerpo, te debemos informar que es políglota. Domina su idioma natal, el inglés y también habla con fluidez francés, japonés, alemán y árabe. Sin embargo, no solo ha demostrado su inteligencia en cuestiones académicas. Porque se vio envuelta en varios conflictos con los estudios por no querer mostrar su cuerpo a menos que fuera estrictamente necesario para la trama. Tuvo que establecer límites y esta actitud de “difícil” no siempre es compatible en la industria, aunque ella no desistió y salió airosa. A menudo se conoce por escoger bien a sus personajes y ya tiene un catálogo de cintas de culto.
¿Qué te han parecido estos datos de la vida de Natalie Portman?