Ana Obregón también fue víctima de la filtración de un vídeo en el que se la veía practicando sexo, tal y como le ha ocurrido a Santi Millán recientemente. Algo que demuestra que no han sido necesarias las redes sociales para casos similares.

Santi Millán ha sido uno de los nombres destacados en las últimas semanas. El motivo: la filtración de un vídeo subido de tono en el que se le veía practicando sexo con una mujer rubia desconocida. Y es que aunque compartirlos y difundirlos sea un delito, son muchas las personas que lo hacen sin autorización de los protagonistas. Individuos a los que les parece sorprender lo que ocurre en las imágenes. Debe ser que no lo tienen muy visto, pues encima se mofan en lugar de preguntarse por qué no son ellos los del vídeo.

Un caso sobre el que se pronunció la principal afectada, su mujer Rosa Olucha, que dejó clara su defensa hacia el presentador catalán. “Su intimidad. Suya y de nadie más. En segundo lugar, no tenéis que sentir pena ni apoyar a nadie. Yo no soy una víctima y aquí no hay ni bandos ni propiedades. Ni él es mío ni yo soy suya. En tercero, para los que no lo sepan (y ya lo siento), existen muchos tipos de familia. En la nuestra, la libertad, el respeto y la tolerancia son los pilares sobre los que hemos construido este proyecto. Hemos caminado muchos kilómetros juntos y muchos más separados, hemos tropezado mil veces, hemos hablado cuando ha hecho falta, hemos cambiado el ritmo cuando nos hemos cansado y, de momento, ni tan mal”, escribió en las redes sociales.

Ana Obregón sufrió un caso parecido al de Santi Millán

Una práctica, la de compartir vídeos subidos de tono en la red, que en los últimos años se ha pronunciado debido a la aparición de las redes sociales. No obstante, no es para nada algo que sea nuevo. Y si no que le pregunten a Ana Obregón.

La bióloga también fue víctima de algo parecido. Ocurrió en 2001. Y entonces ella no se grabó voluntariamente, como sí hizo Santi Millán.

El vídeo fue publicado por la revista ‘Sorpresa’, en una época en la que todo valía en la prensa del corazón. En él aparecía obregón junto a Miki Molina, uno de sus compañeros de reparto de la serie ‘Ana y los siete’.

Ana Obregón  GTRES
Ana Obregón GTRES

Pillan a Ana Obregón y Miki Molina en un parking

La pareja era perseguida día y noche por muchos paparazzi que buscaban rellenar las páginas de las revistas de papel cuché. Y en una ocasión pillaron a Molina y Obregón dando rienda suelta a su amor y su pasión en un parking. Corría finales de 2001.

Ana, por su parte, no tardó en demandar a la revista, a la que llevó a juicio. Un episodio que marcó un antes y un después para este tipo de publicaciones y esta forma de hacer periodismo.