Desde hace algún tiempo, el nombre de la princesa Charlène de Mónaco no ha dejado de aparecer en los tabloides internacionales, debido a su ausencia en el palacio, a causa de problemas físicos y emocionales que la han obligado a abandonar sus deberes reales. No obstante, las festividades navideñas se han convertido para ella en un halo de esperanza, puesto que ha recibido la visita de su esposo, Alberto II de Mónaco y de sus dos hijos, Jacques y Gabriella, en la clínica de salud mental donde se encuentra internada desde hace algunas semana.
La familia de la ex nadadora sudafricana asistió a la clínica ubicada en Suiza el pasado 23 de diciembre y el 2 de enero, para celebrar, de alguna manera, la Navidad y el Año Nuevo junto a la princesa, dado que aún no se encuentra totalmente recuperada de los problemas emocionales y físicos que la obligaron a internarse de forma voluntaria en una de las clínicas más exclusivas y discretas del mundo.
Sin duda alguna, esta visita ha sido uno de los momentos más felices y añorados por Charlène, debido a quee uno de sus más grandes deseos era volver a estar en compañía de sus hijos. La reunión ha sido todo lo que ella esperaba, y se encargó de disfrutar cada instante con su familia, convirtiéndose en un momento muy especial para ella.
Habían pasado más de cinco semanas desde la última vez que la princesa pudo abrazar a sus dos hijos. Por esa razón, no desaprovechó ningún momento y se dedicó a jugar, cantar, rezar y comer con sus gemelos. Otra de las actividades que más ilusión le hizo a la princesa fue revisar las fotografías que su familia se había tomado en su ausencia. Pese a que la princesa estaba completamente agradecida por estar nuevamente con su familia, no pudo evitar entristecerse al momento de despedirlos, pero mantenía la ilusión de reencontrarse con ellos muy pronto.
Diez días después, el pasado 2 de enero, Charlène pudo disfrutar nuevamente de la compañía de sus hijos y de su esposo, quien no dudó en alegrar a su esposa y alentarla a su mejoría, para que pueda regresar al palacio muy pronto. Aunque los psicoterapeutas le habían prohibido las visitas a la princesa, con el paso del tiempo observaron que la cercanía de su esposo y sus hijos le ayudaba a mejorar su estado anímico y avanzar con su terapia. Por este motivo, se le ha permitido al príncipe y a los gemelos ingresar a la clínica en Suiza para que disfruten unos días con ella durante las fiestas navideñas.
Estas visitas pueden significar un avance importante en el estado de salud de la princesa, dado que los especialistas determinaron que ellos son una pieza fundamental en la evolución del tratamiento médico de Charlène, quien por el momento no podrá regresar al palacio, hasta culminar completamente con sus terapias. Hasta entonces, la princesa seguirá estando presente en los eventos más relevantes del palacio monegasco a través de internet, mientras se recupera completamente.