El pasado mes de octubre Kiko Rivera vivió uno de los momentos más complicados de su vida. EL Dj sufrió un ictus que le llevó al hospital y a sus cercanos a temer por su vida. Ahora Kiko sigue su proceso de recuperación en el que le han recomendado que no haga excesos. Sin embargo, su posible vuelta a las andadas tiene a Irene Rosales y a su entorno muy preocupados.
Kiko Rivera hizo saltar las alarmas en octubre cuando sufrió un ictus. El hijo de Isabel Pantoja fue ingresado de urgencia en el hospital sevillano Virgen del Rocío, donde Irene Rosales y Fran, su representante, le acompañaron en todo momento. Y aunque al principio parecía que el asunto era de extrema gravedad, a los pocos días fue dado de alta, pudiendo instalarse en su domicilio.
La recuperación de Kiko Rivera va por buen camino
Allí ha tenido que llevar a cabo una dura recuperación. En el programa ‘Fiesta’ de Telecinco señalaron que Kiko tenía secuelas de importancia relativa que no le permitían llevar a cabo algunas rutinas diarias tan sencillas como asearse o comer. Además, los especialistas recomendaron a Kiko cuidarse especialmente dadas las patologías previas que arrastraba, como la diabetes y el ácido úrico.
Del mismo modo, también le recomendaron evitar situaciones de estrés o ansiedad con tal de evitar cualquier impacto emocional que pudiera desembocar en algún episodio desagradable. En este sentido, Kiko desapareció incluso de las redes sociales para evitar cualquier exposición. Tal y como reconoció en un mensaje de despedida, prefería guardar silencio y reposo.
Sospechas de que Kiko podría haber vuelto a las andadas
Así las cosas, la recuperación sigue su curso y todo son noticias positivas. No obstante, recientemente se vio afectado por un nuevo problema. Tal y como reveló en las redes sociales, Rivera padece fascitis plantar. Se trata de una inflamación que se produce en el tejido fibroso a lo largo de la parte inferior del pie, desde el talón hasta los dedos y que produce mucho dolor.
Un problema que ha hecho saltar las alarmas de nuevo en su entorno y entre la opinión pública, donde se sospecha que este problema podría derivar de haber vuelto a las andadas, disfrutando de encuentros con amigos en restaurantes y discotecas.
No obstante, Irene Rosales se ha encargado de negar cualquier comportamiento cuestionable de Kiko: “Pues no. Ha estado comiendo bien y ha tenido una cena y ha estado bien. Es más, es que apenas comió, pero bueno”. Según Rosales, Kiko estaría siguiendo a rajatabla las indicaciones de los expertos en su recuperación del ictus y en ningún momento estaría realizando abusos que pusieran en peligro su salud.