Después de meses viviendo en Portugal, huyendo de la justicia española por una querella de Abogados Cristianos, Abel Azcona está estos días en Barcelona. El crimen del que lo acusan, escribir la palabra "pederastia" con hostias consagradas. Pero es que esta denuncia no es la única que pesa contra él. Más allá de la plataforma ultracatólica, también lo reclaman Vox, la fundación Francisco Franco y Hazte Oír. Así que en mayo del 2019 y en un intento de esquivarlos, el artista navarro se instaló en Lisboa. Atrás dejaba Sant Fruitós de Bages, su casa de los últimos tres años.
Pero ahora ha vuelto para presentar una de sus exposiciones, y Betevé ha aprovechado para entrevistarlo. En el programa Ártic de la televisión barcelonesa, Azcona ha hablado este martes con Anna Pérez Pagès de la época que pasó en Catalunya, coincidiendo con los momentos álgidos del procés independentista: "Estos últimos años los he vivido muy intensamente por toda la situación. Barcelona me inspiraba. De hecho mi libro surge de la relación amor-odio con la ciudad. Odio por la situación política que se vivía".
Sobre el 1-O, el polémico creador ha explicado que se involucró: "Yo voté. Estaba empadronado y pude ir a votar". Sólo él sabe si introdujo en la urna la papeleta del sí, del no, o si votó en blanco. Independientemente de su opción política, acusa al Estado de la persecución política posterior contra los líderes soberanistas. También contra los artistas como él: "En España estamos viviendo un momento de implosión, hay gente exiliada por sus ideas, hay gente en la cárcel por sus ideas, los artistas estamos perseguidos por nuestras ideas y tenemos que estar en los banquillos en vez de estar en una galería de arte, que es nuestro sitio".
Ahora prepara una exhibición que se hará en Barcelona a partir de junio: "La idea es ponerlo en la Rambla. En las fachadas se podrán ver lonas y pinturas gigantes donde va a poner ‘España os pide perdón’. Vox ya ha dicho que si se hace, se querella", ha revelado. La exposición se llevará a cabo en 25 ciudades del todo el mundo, adaptada a la realidad de cada lugar. En el caso de Catalunya, denunciará la situación política represiva que atraviesa el país.