Los culés hablaron claro el domingo 7 de marco: Joan Laporta es el nuevo presidente del F.C. Barcelona. Las elecciones han supuesto una inyección de moral increíble para socios y afición, después de años de tristeza, decepciones, escándalos y una gestión nefasta. El segundo mandato del presidente más glorioso de la historia no significa necesariamente títulos, pero sí toneladas de ilusión. Y de barcelonismo activo, militante y que permite soñar con imposibles. Como imposible e improbable es que el equipo remonte la derrota contra el PSG en el Camp Nou. Ahora bien, para empezar una hazaña lo más importante es tener la actitud necesaria. Y Laporta llega con la maleta repleta. Tanto es así, que los culés ven mucho más cerca otro hito hasta hace poco tiempo impensable: que Messi continúe en Can Barça porque quiere. No como con Bartomeu, que lo tenía secuestrado.
Los cambios son mucho más que evidentes, y demuestran el carisma del nuevo líder del club. Joan ha viajado con la expedición del primer equipo hasta París, y ha saludado a todos y cada uno de ellos. Saludos efusivos y alentadores, algunos cómicos como el de Sergiño Dest, y otros que han hecho reventar las redes sociales por todo el mundo: el que ha hecho con el 10. Nunca sabremos (o sí) que votó al argentino en las urnas, pero podríamos apostar y no equivocarnos. Ambos tienen una relación basada en la confianza y el éxito, por mucho que le pese además de uno. ¿Eso quiere decir que Messi abandonará la idea de largarse de su casa? No lo podemos asegurar. Pero si se tratara de sensaciones, estas son inmejorables. Comunión, devoción, respeto, alegría. Aquello que hace unos meses era una utopía.
Así lo han interpretado miles y miles de espectadores del abrazo en el aeropuerto, con mensajes llenos de optimismo. También algunos subidos de tono, expresando un sentimiento de euforia por| lo que está por venir. "Se me ha puesto dura", que decían algunos, es el ejemplo más claro del éxtasis. Laporta ha marcado un golazo más y todavía no ha pisado el césped. El fichaje es de Champions.
Se puede ganar o perder dependiendo de si la pelota entra o no en la portería. Pero tanto o más importante es poder ir con la cabeza alta por el mundo. Y Laporta hace mirar al futuro del club con orgullo y optimismo. Messi seguro que lo sabe. Los culés, también.