Polonia es el programa estrella de TV3, por antigüedad, por repercusión, por audiencia y por factura. Es lo que está mejor hecho, una media hora de lujo. Es de aquellos productos prémium que tiene TV3, como el culebrón o los Telediarios: programas caros porque tienen muchísima audiencia. Polonia tiene un coste de 3,5 millones de euros el año, contando todo, ya que a diferencia de otros programas de productoras externas, el apartado técnico lo pone también la productora y no TV3. Minoría absoluta graba Polonia en un plató de l'Hospitalet con sus técnicos. Lo paga todo la productora de Toni Soler. El retorno por TV3 es enorme: programa líder cada jueves a prime time. Ayer un 15% y 300 mil espectadores. Y el orgullo de ser la única TV que tiene un espacio de parodia política pagado por un Gobierno como la Generalitat. Hace 20 años que se estrenó, han pasado siete presidentes (Maragall, Montilla, Mas, Puigdemont, Torra, Aragonés y Illa) y nadie osa tocarlo porque solo los espectadores se lo cargarán dejando de mirarlo. Y eso no pasa.
Una de las cosas que más sorprende del programa es la gran movilidad de actores. Los espectadores cogen afecto a los imitadores de los personajes y cuando se marchan del programa es un drama porque se llevan al actor y todos sus personajes, que a menudo heredan a otros actores y a veces mueren. Por ejemplo cuando se marchó Carlos Latre nadie osó seguir haciendo Núñez. De los pocos actores que quedan del primer día (ya han terminado Bruno Oro, Mireia Portas o el mismo Latre para citar tres muy queridos) hay uno de especialmente querido: Cesc Casanovas. Tiene una fisonomía que hace que se parezca a todos los personajes que imita, y cae bien. Ahora es Oriol Junqueras pero ha sido Joan Tardà, Pilar Rahola o Antonio G. Ferreras para citar algunos.
El actor ha revelado al Ara que el mecanismo de cobrar de los actores del Polonia es sencillo: cobras cuando sales al programa, por lo tanto si tu personaje no tiene protagonismo, no sales y no cobras. Eso le supuso no llegar a final de mes en alguna ocasión, un dato sorprendente para todos los que miran TV3 que acostumbran a pensar que los que salen se ganan muy bien la vida. No todos y no siempre. Cesc Casanovas: "Un programa con éxito dura un año, y si tiene mucho dura tres temporadas. Yo he tenido mucha suerte, ha sido cada semana durante casi veinte años. Aunque no se cobra como a Madrid, si trabajas de manera regular el trabajo está bien pagado. Funcionamos por sesión de grabación. Si no grabas, no cobras. En este caso, el Polonia depende de la actualidad y no puedes prever tu remuneración Si de repente un personaje tuyo no es noticia, no trabajas, el mismo pasa con las vacaciones de Navidad. Tú tienes que reservar estos dos días para grabar e ir a grabar en un mes [...] hay momentos en que estás casi obligado a combinarlo con otras cosas como impartir clases de interpretación, hacer animaciones y pregones para fiestas".
Y sí, un actor de Polonia, el programa de más éxito de TV3, puede no llegar a final de mes: "Cuando pasas épocas magras, haciendo pocas sesiones, en que dices Estoy al Polonia pero no llego a final de mes, aprendes a ser más prudente. De hecho, tuve que pedir pasta a un colega. Todo el mundo en este oficio sabe cómo va, y eso pasa". Ser actor es difícil, ni los buenos pueden dormirse.