Catalunya tiene nuevo presidente del govern, el 132.º de su historia: Pere Aragonès tomó posesión del cargo en el Pati del Tarongers del Palau de la Generalitat. Un acto solemne y que deja una retahíla de curiosidades e imágenes para el recuerdo: la llegada del republicano con su familia, el saludo imborrable de Jordi Cuixart, la presencia de Miquel Iceta o la sorprendente versión femenina de 'Els Segadors'. También el gesto extraño y que pocos entienden de la vecina del nuevo president en la Plaça de Sant Jaume, la alcaldesa Ada Colau. La de En Comú Podem tiene un imán para protagonizar escenas que provocan el estupor de la red. Y no faltó a su cita en las postrimerías del acto protocolario, una vez acabado el primer discurso de Aragonès y durante el saludo a las autoridades invitadas.
Colau, de rojo reluciente, no pasaba desapercibida. Y al felicitar al MHP Aragonès, y ante las cámaras de Televisió de Catalunya que retransmitían el acto, dejaba su firma con un gesto sutil: se encogía de hombros con una sonrisa de aspecto infantil. La escena ha sido analizada al instante por Patrycia Centeno, la experta en política y moda que siempre está al acecho de todo aquello que tiene que ver con la comunicación no verbal de la clase política. Y su sentencia no deja en buen lugar a la alcaldesa investida con los votos de Manuel Valls, que le acaba de decir au revoir. Centeno: "no la entiendo. ¿Por qué se encoge de hombros (no sé/ me da igual)?". Efectivamente, la interpretación no es descabellada. Y sus seguidores se mojan.
Ada representó perfectamente la posición de su formación con un sencillo movimiento corporal. Como ellos no han entrado en el gobierno, todo les da igual. No les interesa.