Si el fenómeno Ada Colau nació en La Sexta, cuando era la cara visible de la PAH (Plataforma Afectados por las Hipotecas), era de esperar que volviera a La Sexta Noche para explicar el acuerdo de gobierno con el PSC para gobernar Barcelona. Pero más delicado era hablar de los dos grandes temas de Catalunya: el referéndum y los presos políticos. Y Colau se mostró un punto equidistante: no atacando el referéndum pero criticando la DUI. Una de cal y otra de arena, marca de la casa (consistorial):
Con un efecto óptico que situaba a Colau en el centro del juicio al procés al lado de su compañero de Ayuntamiento, Quim Forn, Colau dijo: "Sigo defendiendo un referéndum. Creo que tarde o temprano se tiene que poder votar en Cataluña sin que pase nada o sea una ofensa" pero añade "La mayoría de catalanes no estamos de acuerdo con la vía unilateral", vía que ha llevado a Forn y al resto de presos políticos a chirona. ¿Será que la sentencia dura está escrita? Colau sobre si las protestas a un veredicto excesivo puede implicar un nuevo 155: "Que haya protestas pacíficas debe ser lo normal en democracia".
Sobre la polémica de Arrimadas en el Orgullo Gay, Colau ya no recuerda que es alcaldesa gracias a 3 concejales de la lista de Ciudadanos: "Fue lamentable la actitud de Ciudadanos, el partido le debe una disculpa al colectivo LGTBI. Que Ciudadanos acuda a provocar y a apropiarse de la movilización para ser protagonistas y victimizarse es para pedir perdón". Colau ha reconocido su condición de bisexual.