La reciente actualización del chatbot ChatGPT ha desatado una ola de polémica que ha dejado a OpenAI en el ojo del huracán. La inclusión de una nueva opción de voz, denominada "Sky", ha generado una sorpresa desagradable para la empresa, ya que los usuarios rápidamente notaron un parecido inquietante con la voz de Scarlett Johansson. El revuelo comenzó cuando los usuarios del chatbot notaron la sorprendente similitud entre la voz de "Sky" y la de la reconocida actriz.

Ante este descubrimiento, Johansson no tardó en tomar medidas legales, enviando cartas al director ejecutivo de OpenAI y exigiendo una explicación sobre cómo se había creado la voz de "Sky". “Cuando escuché la demostración publicada, me quedé en shock, me enojé y no podía creer que el señor Altman buscara una voz que sonara tan inquietantemente similar a la mía", reveló la famosa. Como resultado de estas acciones legales, OpenAI se vio obligada a retirar la voz de "Sky" de manera abrupta, aceptando a regañadientes las demandas de Johansson.

La insólita coincidencia entre la voz de Scarlett Johansson y la de ChatGPT: ¿casualidad o estrategia de marketing?

Johansson compartió que en septiembre recibió una propuesta tentadora de Sam Altman para prestar su voz al sistema de inteligencia artificial, promocionándola como algo "reconfortante para la gente". Sin embargo, Johansson optó por declinar la oferta por razones personales que prefirió no detallar en ese momento. Curiosamente, nueve meses después, tanto su círculo cercano como el público en general comenzaron a notar una sorprendente similitud entre su voz y la del nuevo sistema denominado 'Sky'. Ante esta situación, Johansson reveló que, justo dos días antes del lanzamiento de la versión 4.0 de ChatGPT, Altman volvió a la carga a través de su representante, solicitando una reconsideración. Sin embargo, la respuesta quedó en el aire, ya que el equipo de desarrollo avanzó con el proyecto sin esperar una confirmación definitiva.

El dilema ético de la inteligencia artificial

OpenAI se ha defendido argumentando que la selección de las voces del chatbot fue un proceso cuidadosamente considerado, que involucró a profesionales de la industria del doblaje y a consultores de la industria. No obstante, la controversia sigue siendo un recordatorio de los riesgos inherentes a la creación de sistemas de IA que imitan deliberadamente a figuras públicas. Sin embargo, la reacción de los usuarios no se hizo esperar. Muchos expresaron su descontento con la voz "Sky", calificándola de aduladora, y señalando que parecía reflejar estereotipos de género. A pesar de las explicaciones de OpenAI sobre el proceso de selección de voces, la controversia ha dejado en evidencia las complejidades éticas y legales que rodean el uso de voces humanas en sistemas de inteligencia artificial.

A pesar de las críticas, OpenAI continúa trabajando en mejorar su chatbot y en desarrollar nuevas funciones de voz avanzadas. Sin embargo, se encuentra en una encrucijada, enfrentando el desafío de equilibrar la innovación con el respeto hacia los derechos de propiedad intelectual y la privacidad de las personas. El caso de Scarlett Johansson y ChatGPT es solo un ejemplo de los dilemas que enfrenta la industria de la inteligencia artificial en su búsqueda de crear experiencias más humanas y auténticas.