El último post de Agnès Marquès en Instagram es una imagen donde se ve la portada de su recomendable libro Ningú sap que soc aquí (Nadie sabe que estoy aquí), una novela que publicó el año 2022, pero de la cual hace unas semanas ha salido la edición de bolsillo, que es la que se ve en la foto.

Pues bien, de cara a las vacaciones que ahora empiezan para la periodista, después de acabar el Planta baixa de TV3 y cerrar el chiringuito para siempre, sí que se sabe dónde estará su presentadora. Básicamente, porque ella misma lo ha revelado en un artículo en El Periódico de este mismo lunes. Y su decisión, por poco habitual, vale la pena comentarla. Y es que no iría nada mal que muchos hicieran como ella hará este verano. Después de su experiencia conduciendo durante dos temporadas el Planta baixa por las tardes, una vez cambió su franja horaria, este pasado viernes se ponía el punto y final al programa, que será sustituido la próxima temporada por un programa presentado por Xavier Graset. ¿Las últimas palabras de Marqués en el programa?: "Todo pasa en la vida. Pero algunas cosas, sobre todo las importantes, quedan. Gracias a todos, y siempre en el corazón. Hasta la vista".

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Agnès Marquès en el último 'Planta baixa' / TV3
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Agnès Marquès en el último 'Planta baixa' / TV3

Palabras sentidas y agradecidas a sus compañeros de programa y a los espectadores. Una vez dicho adiós, toca desconectar. Y este año Agnès dedicará tiempo de su verano a hacerlo sola. Sin nadie. Ni familia, ni amigos, ni conocidos. Nada de nada. Porque como ella ha dicho en la mencionada publicación, "este verano haré alguna cosa que hace años que no puedo hacer: viajar sola". ¿Dónde?: "a un pueblo francés", para pasar tiempo con ella misma, donde "no descarto aburrirme como una ostra, es más que probable que me pase... En la maleta, libros, lista de posibles actividades, la raqueta de tenis y el ordenador para escribir y ordenar algunas ideas". Previa "negociación familiar", la presentadora y periodista de TV3 constata que entre el móvil ("llevamos la compañía y el ruido social en el bolsillo") y lo que hay en nuestro entorno ("las obligaciones, las responsabilidades. Y todo hace mucho ruido"), sin olvidar el "ruido de dentro", y por eso ha tomado esta decisión firme. Y bien que hace.

Piensa marcharse unos días, "dejar que en casa se organicen sin mí, hablar otro idioma, observar otro paisaje y dejar de mirar el móvil". Después de comunicarlo a los suyos, y a su entorno, las inevitables preguntas: "Qué buscas, me han preguntado. Entiendo que algunos sospechan problemas de algún tipo, como si fuera una huida". Como ella dice, como es tan difícil estar solos, casi nunca lo estamos, "no es tan extraño que sospechemos. A esta le ronda alguna cosa". Pero nada de eso. El motivo es tan sencillo, y tan loable como el que ella misma verbaliza: "Nada. Busco silencio. Aburrirme. Desconectar. Ordenar. Pensar. Escribir. Básicamente espacio para pensar bien. Tengo la maleta medio hecha y las cosquillas de la aventura en el estómago. Agradecimiento a la vida por permitírmelo y a los míos por entenderlo. Después, y mejor, el verano será todo tiempo para la familia y los amigos. Sé que es un privilegio. Ojalá todo el mundo pudiera". Bravo. Envidia sana. Le irá bien.