El Barça femenino nos tiene a todos los culés eufóricos. Todas y cada una de las jugadoras azulgranas se merecen todos los elogios que pueda recibir. Evidentemente, los fans las aplauden y quieren a todas, pero como en cualquier colectivo, siempre hay algunos nombres que destacan por encima del resto con respecto al amor que sienten por ellas los aficionados. La palma, por razones obvias, se la lleva Alexia Putellas. Es la capitana, es el alma del equipo y es la mejor jugadora del mundo, porque así lo acredita el trofeo que ganó y porque es lo único que se puede pensar cuando la ves jugar encima del césped. Pero bien cerca de ella hay, en el corazón de los seguidores culés, otra compañera de vestuario. Juega bien cerquita de ella en la distribución encima del campo, es menuda, pero tiene un talento, un empuje, una velocidad y un carácter descomunales. Lleva el mítico 14 a la espalda y a muchos, como servidor, nos ha robado el corazón y nos emociona cuándo la vemos jugar. Hablamos de Aitana Bonmatí.
La jugadora de Sant Pere de Ribes es, no sólo maravillosa dentro de los terrenos de juego, sino también fuera. Y es tremendamente agradecida. Sin ir más lejos, cuando acabó la semifinal contra el Wolfsburgo en la Champions y el Barça se clasificó para la final de este sábado, mientras sus compañeras celebraban el pase todas juntas, y cuando estas se marcharon al vestuario después de celebrarlo con la afición, Aitana se quedó todavía media hora larga más firmando autógrafos y haciéndose fotos con todo quisqui, aficionados y aficionadas de todas las edades que querían tener un recuerdo de una jugadora única. Y ella, todo el rato con buena cara y una sonrisa de oreja a oreja, rasgo característico de su carácter, un rictus de optimismo y alegría de vivir que se contagia. Por eso la gente también tiene detalles con ella que la conmueven.
Ahora, Aitana tiene otro motivo más para sonreír. Después de acabar la Liga española con un pleno de victorias, récord absoluto ganando todos los partidos disputados, el sábado en Turín tienen una nueva cita: la final de la Champions contra el Olympique de Lyon. Un partido donde las de Jonatan Giráldez intentarán volver a levantar el título que ya ganaron la temporada pasada y donde Aitana Bonmatí seguro que será una pieza clave. Y hoy, a pocos días de vestirse de corto y saltar al césped, acaba de recibir un regalo emocionante que seguro que la ha conmovido y le han dado ganas de salir ya a jugar. Porque a cuatro días de la final, la número 14 azulgrana acaba de recibir en casa un paquete. ¿Y qué había dentro? Las botas que se pondrá el sábado. Unas botas especiales, unas botas conmemorativas de una cita, la de este 21 de mayo, que esperemos que sea inolvidable.
Unas botas, en definitiva, con las que los culés esperan que haga muchas asistencias y muchos goles contra el conjunto francés. Se merece todo lo bueno que le pase. Aitana, te queremos.