Aunque en la imagen que ilustra esta pieza ven a Aitana Bonmatí con un rictus seriote, concentrado, lo más habitual es verla lucir una sonrisa de oreja a oreja. Aquí, sin embargo, estaba entrenando en el gimnasio, y por razones obvias su cara no regala a sus seguidores en redes la habitual cara de felicidad absoluta, de bondad total, que siempre tiene a punto para los aficionados culés. Aitana es, no solo una de las jugadoras más descomunales del planeta, no solo uno de los buques insignia del vestuario azulgrana, no solo una futbolista que juega por el césped como si levitara, sino que también, lo saben los que la conocen bien, es un encanto de persona con una de aquellas sonrisas que te desarman. De hecho, lo más habitual es que los culés la veamos siempre así de radiante, así de optimista:

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Aitana Bonmati / @aitana.bonmati
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Aitana Bonmati / @aitana.bonmati
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Aitana Bonmati / @aitana.bonmati

Normalmente, sus publicaciones en Twitter o Instagram son buenos propósitos, frases alegres y cosas que le emocionan, pero que sea menuda y su estado natural sea el buen humor, no significa que cuando hay alguna cosa que le hace colmar la paciencia, estalle y diga a las cosas por su nombre, y mejor no tenerla enfrente cuando eso pasa. Como ahora. Puñetazo encima de la mesa y una queja donde se le ha entendido todo, harta de una situación que no por prolongada en el tiempo tendría que hacer que nos acostumbremos. Especialmente los que, como ella, son de y viven en Sant Pere de Ribes o en cualquier otro de los municipios de la comarca del Garraf, y va y viene a menudo (cada día casi) de y a Barcelona. Aitana, ribetana orgullosa y encantada de la vida de seguir viviendo en Sant Pere, ha dicho que ya basta de este color.

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Aitana Bonmati / @aitana.bonmati

¿De qué color? Del color de la indignación que provoca el peaje que tienen allí. En esta foto vemos a la 14 del Barça con una pesa, haciendo ejercicios, pero bien podría parecer que lo que coge es un volante. Y ella y otros conductores ya están hasta el gorro. La jugadora se ha hecho eco de una información del Canal Blau Notícies del Garraf, que dice que "El peaje de la autopista C32 sube hasta los 7,79€ en dirección Barcelona y 4,65€ en dirección Tarragona. Los nuevos descuentos todavía no han entrado en vigor". Y Bonmatí ya no se calla ni una: "Seguimos, Govern y Departamento de Territorio. Ningún sentido lo que hacéis con la zona del Garraf. Abuso tras abuso". Otros usuarios han compartido la queja:

Cuando juega, Aitana va por el césped a velocidad de crucero. Por desgracia, en tema carreteras, en según qué tramos parece como si no fuéramos en coche, sino en un crucero cinco estrellas. ¿Por la velocidad? No, por el precio.