Operación Triunfo está convirtiéndose en Operación Tufo, de tufo de caza de brujas. Lo denunciaba Jorge Javier Vázquez por los que criticaban a Alfred, uno de los finalistas del talent show, por si era o no independentista y ahora los nuevos inquisidores han caído más bajo: ya no atacan a un joven de 20 años por unos tuits con esteladas cuando era menor sino a Aitana, la más joven del concurso con 18 años, por ir a la recepción de su pueblo vestida con un jersey amarillo.
Se tiene que ser muy cafre para atacar a una niña que acaba su mensaje con el emoticono de un unicornio. El alcalde del pueblo de 4 mil habitantes del Baix Llobregat es del PDeCat y llevaba un lazo amarillo en la solapa. A la chica le atribuyen ser independentista, o parecerlo. El amarillo no pide la independencia sino la libertad de los presos políticos. Pero para los torquemadas de 2018 todo es lo mismo y hay que hundir la carrera de una niña, como la de Alfred o la de Manu Guix. Las redes quieren que todos los triunfitos quemen la ropa amarilla y que no merienden nunca más un plátano o una limonada. Le piden que se pague un asesor de prensa que la haga vestir de negro.
La inmensa mayoría de los comentarios en redes ha defendido que Aitana vista como quiera e incluso que piense como quiera. OT está haciendo que las jóvenes generaciones sean más tolerantes con la diversidad sexual y con la ideológica. Y en lugar de ni-nis en Gran Hermano populariza jóvenes que han estudiado solfeo y saben tocar el piano o instrumentos de viento o se quieren ganar la vida cantando. Otra victoria para OT. En Sant Climent cuelgan esteladas y fotos de Aitana indistintamente. El alcalde es del partido de Joaquim Forn que hace 100 días que está en la prisión. Le prepararon un buen recibimiento a la climentona más ilustre.
La campaña anti-Aitana ha quedado sepultada por el sentido común y lo que es mejor y más gráfico: por memes:
Pero el tuit definitivo lo ha hecho a uno de sus compañeros de concurso, Cepeda, a quien ha seguido otro, Roi:
La ropa amarilla atrae a haters sin vida. Insuperable.