Noche de estreno en TV3 con la nueva serie de Aina Clotet, 'Això no és Suècia'. Cuando decimos que es suya, es que lo es desde muchos puntos de vista. No solo es la protagonista, también es su creadora y directora. Como un hijo o una hija, ni más ni menos. De hecho, su marido, el también actor Marcel Borràs, hace de coprotagonista. Su papel es nada impostado, de pareja de Aina y padre de las criaturas que tienen en común. Hay mucha carga personal en la serie, también mucho cuidado y trabajo. El resultado, en términos de audiencia, son muy positivos: líder con un 20% y cerca de 420.000 espectadores. Ha dejado un buen regusto, aunque hay paladares de muchos tipos. Hay quien se ha enfadado o, directamente, ha apagado la tele. Y el motivo es un problema recurrente: el uso del catalán.

Clotet y compañía llevan 5 años de trabajo para llegar a este momento, el del gran estreno en Televisió de Catalunya. La financiación del proyecto, complejo y ambicioso, ha requerido tocar muchas puertas para poder estirar el presupuesto. Hay dinero de TVE, del Instituto Català d'Empreses Culturals y de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. Hay cierta mezcla, cosa que tiene su reflejo en el apartado idiomático. Catalán, inglés, sueco y también castellano. Sin embargo, el único idioma que sale perdiendo es el de siempre. Una vez más parece quedar supeditado al castellano. Y eso no gusta.

Marcel Borràs en 'Això no és Suècia' / TV3

Las quejas van en diferentes sentidos: por una parte, se castellanizan expresiones coloquiales y cotidianas. También se pone en práctica una de las costumbres más arraigadas en nuestra sociedad, como eso de cambiar automáticamente cuando alguien es castellanohablante. El catalán, subyugado. Y lo que, a juicio de muchos espectadores, es más grave: que se haga en TV3, el principal medio de comunicación que debe velar por la supervivencia y la (buena) salud del idioma. Como siempre, la argumentación es que la serie quiere reflejar la realidad que nos rodea, darle verosimilitud a la trama. Quizás es eso lo más triste de todo: se asimila la derrota por exigencias del guion.

Las críticas de los internautas son, en algunos casos, contundentes e indignadas: "Qué puta manía". El tema de la lengua es sensible y más en la cadena pública. Tenemos muy reciente el chup-chup en torno a Laura Escanes, y todavía frescas en la memoria las chapuzas cometidas en 'Cites 3.0'. Bueno, de hecho el historial es largo. Parece que esta guerra está perdida. Esperemos que no, claro.

Aina Clotet en 'Això no és Suècia' / TV3