Desde que anunciaron el casting de esta nueva edición de Ven a cenar conmigo gourmet que todo el mundo estaba deseando que llegara el turno de Alba Carrillo de enseñar su casa. Después del piso del presentador Óscar Martínez y el surrealista hogar del cantante de rock Fortu, era el turno de la pija expareja de Fonsi Nieto y Feliciano López.
La modelo mostró todos los rincones de su chalet a la audiencia, en el que vive con su hijo Lucas. La anfitriona de este tercer programa reside en una lujosa casa de Pozuelo (Madrid) de la que ha querido presumir, mostrándose enamorada de la decoración que ha escogido.
Empezamos por el exterior. Al ir llegando los invitados pudo verse el estilo clásico, con una fachada de ladrillos en un tono clarito. ¿Y el recibidor cómo es? Con una pintura muy bonita en las paredes en tono beige, y una mesa de estilo rococó en la que tiene un busto de un samurai y una bandeja con varios objetos decorativos.
Pero introduzcámonos dentro. Carrillo mostró dos salones: el primero, con una alfombra de pelo de oveja bajo un sofá beige y otro rosita: ambos con cojines de los dos tonos para combinarlos y algunos de estampado floral en verde y tono crudo. La decoración en esta habitación es exquisita, de un estilo cuqui con una lámpara sencilla pero elegante, unos libros grandes en la mesa, bandejas con velas y dos cuadros siguiendo el tono predominante. El mueble de la televisión es de lo más sencillo, en marrón claro y una estantería en la que tiene una gran caja blanca.
El otro salón tiene salida a la terraza, teniendo en este caso dos sofás en gris fuerte y una mesa de madera en el medio. La decoración aquí no está demasiado pensada, por eso, apareciendo sólo un cojín blanco que parece no tener ni funda. ¿Y la lámpara? De color naranja.
El comedor fue el espacio que más minutos tuvo de protagonismo, gracias a la comida que les preparó allí Carrillo. En este caso volvemos a un estilo más clásico, con la pared en friso oscuro, una lámpara moníma en azul cielo y una gran mesa con un mantel con motivos florales en blanco y verde, decorada con dos plantas. La vajilla sigue el mismo tono verde oliva, con unas copas recargadas pero muy adecuadas.
El menú que preparó la modelo no fue demasiado aplaudido, por eso. La acusaron de haber comprado cosas congeladas, aunque en el programa se vio como cocinaba. Pero vamos a lo que interesa más: ver si la cocina es tan catastrófica como la que tenía Ana Obregón. Pues parece que no... Todo de madera, electrodomésticos nuevos y todo bastante limpio y arreglado: prueba superada.
La habitación de Alba también es bastante mona, siguiendo con el rosa claro como color principal. Las sábanas blancas dan protagonismo a la mantita rosa que tiene en los pies de la cama, así como los cojines combinando con el gris fuerte del cabezal. La pared frontal tiene un estampado floral muy recargado en tonos verdes, acaparando mucha atención. A una banda de la cama tiene una estantería llena de cosas, viéndose en el otro lado un pequeño rincón con dos butacas de esparto. ¿Como nota curiosa? Una cabeza de ciervo que tiene colgada en la pared.
El programa consiguió un bueno 7,5% de audiencia, superándose a sí mismos y triunfando gracias a los cotillas que querían ver la casa de Alba. La siguiente entrega mostrará los rincones de la mansión de Antonia Dell'Atte. ¿Generará tanta expectación?