Ya hace meses que Alba Carrillo no sale en la tele. Al menos, de manera recurrente y en la que hasta hace unos meses había sido su casa. En el primer trimestre de este 2023, la modelo, conocida por su participación en infinitud de formatos de Telecinco y por sus relaciones con el piloto Fonsi Nieto y el tenista Feliciano López, fue despedida de manera abrupta de la cadena. A diferencia de muchos otros que se han marchado por la puerta pequeña de Mediaset, ella ha seguido haciendo gala de su incansable intención de llevar la verdad por delante. En esta línea, recientemente publicaba Lista para la vida, un libro autobiográfico en que explica episodios de carácter personal que hasta ahora no había hecho públicos.
También la crónica de mil y una cuestiones que suscitan el interés de sus seguidores. Y es que, a pesar de haberse marchado y dejar de ser colaboradora de los debates de 'realities' y la mesa del Fresh de Ya es mediodía, a Alba la quiere la cámara y ella lo sabe de buena tinta. Quizás fue eso lo que la llevó a crear El salón de té, su propio formado en la plataforma Twitch en el que expresa su parecer sin miramientos. Se atreve a despotricar de Ana Rosa Quintana, la jefa de la productora de donde la echaron. En una de las emisiones, la sentenciaba tildándola de "clasista" y soltando otras perlas como "cuando se hace mucha pupa, al final dejas muchos cadáveres". ¿Qué querrá decir? Todo y nada, pero la nada acostumbra a significarlo todo.
El tour mediático de la exparticipante de Supermodelo continúa y este mismo 29 de noviembre se publicaba una entrevista que ha concedido a El Confi TV para seguir poniendo luz a incógnitas que se ciernen en el imaginario colectivo de los seguidores de la tele. En cuanto a su despido, Carrillo es clara: "Se supone que Mediaset utilizó a la productora en la que estaba trabajando de continuo, porque llevaba cinco años en el programa, para despedirme. Me dijeron que la cadena ya no quería contar conmigo. Pregunté por el motivo y me dijeron que querían caras nuevas. Entonces dije '¿Y Lequio? ¿Y Ana Rosa? ¿Y toda esa gente que está ahí metida y que sigue?'. No me vale como excusa". Además, asegura que detrás de este movimiento hay motivos ocultos y que "a los que no les he bailado el agua y no les he permitido que se extralimitaran con ciertas cosas, me odian".
En cuanto a Quintana, que ahora ocupa la franja vespertina con TardeAR y un éxito relativo, se siente dolida. "Era mi jefa y le tenía un respeto, pero me dolió lo que pasó las navidades pasadas —cuándo fue pillada dándose besos con Jorge Pérez a la cena de Navidad de la empresa—. No puedes invitar a unas personas a una fiesta privada, grabarlas, emitirlo y tener la doble moral de decir que no puede volver a pasar. Además, estaba su hijo morreándose con otra". Bomba. Y la cosa no queda aquí. Con respecto a la bajada en audiencias del programa de la antigua reina de las mañanas, no se corta al opinar que "me parece casposo. Algo que le debe parecer a más gente porque va como va. Hay que ser honestos con el público y no puedes dar lecciones cuando ocultas tus escándalos".
Tan lenguaraz como siempre. La Carrillo nunca defrauda.