Las exequias por el tenista Manolo Santana, fallecido el pasado sábado a los 83 años, tuvieron ayer su punto culminante. Una capilla ardiente en la pista de la Caja Mágica de Madrid que lleva su nombre, y en la que vimos a la viuda Claudia Rodríguez recibir el pésame del rey Felipe, así como otras instituciones, deportistas y amigos del finado, una leyenda de la raqueta. Ahora bien, casi todas las miradas buscaban a otros protagonistas, ausentes en la capilla del día anterior: sus 5 hijos fruto de 3 matrimonios anteriores. Y hubo sorpresa, teniendo en cuenta que no tenía demasiada relación con ninguno de ellos, en buena medida por culpa de Claudia. Una parte asistió, dando un ejemplo de humanidad y respeto encomiable. Y una sorpresa destacable en el caso de Alba, la hija que tuvo con la difunta Mila Ximénez.

Ella tenía muchos motivos para no estar: Manolo no la llamó para ofrecerle su pésame después de que Mila muriera de cáncer al agosto pasado, y lo que es peor: la mujer colombiana del tenista no retiró una demanda contra Ximénez tras su muerte, hecho que podría afectar a Alba Santana a nivel legal, aparte del emocional. Pero estuvo por encima de todo este clima desplazándose desde Amsterdam, la ciudad donde vive desde hace años. Eso sí, allí se quedaron los nietos de Manolo. Alba quería decir adiós a su padre, y punto. Y lo hizo.

Felipe VI con Claudia Rodríguez, viuda de Manolo Santana / Europa Press

Alba Santana en la capilla ardiente de su padre / EFE

El dolor de Alba se mezclaba con la tensión de encontrarse cara a cara con la viuda. Estaba hecha polvo: "No tengo fuerzas, no puedo creer que vuelva a estar otra vez en estas circunstancias 6 meses después". Encontró calor en el resto de sus hermanos por parte de padre, Beatriz, Bárbara Caterina y Borja, después de pasear nostálgica y triste entre las coronas de flores que habían enviado para la ocasión. Ahora bien, de hablar, saludar o cruzar ni una palabra con Rodríguez, de ninguna manera. Lo dejaba muy claro: "No he venido a darle el pésame a nadie, solo he venido a despedirme de mi padre. Estamos todos los hermanos, menos el mayor, que no ha podido venir, y seguro que mi padre estaría contento de vernos".

4 de los 5 hijos de Manolo Santana en la capilla ardiente del tenista / GTRES

Alba Santana mirando las coronas de flores enviadas a su padre difunto / Europa Press

Alba lo recordará siempre así: "Aunque fue complicado vernos en los últimos años ha sido una persona muy importante en mi vida. Le quiero muchísimo. Muy divertido, muy bueno, tuve mucha suerte con mis padres". Una vez acabada la ceremonia, a casa para ir al aeropuerto al día siguiente y tomar el avión de vuelta, sin desplazarse a Marbella. Allí se procederá a la cremación y a depositar las cenizas del fallecido, como era su voluntad. "Me vuelvo a Amsterdam, con mis hijos y a seguir con la vida".

 

La expectación por la presencia de Alba Santana era enorme / Europa Press

Los hijos del tenista eran su mejor patrimonio. Manolo Santana se lo perdió durante demasiado tiempo.