Seguro que estos días ya empiezan a ver en el bar donde siempre toman un café de buena mañana, en el club deportivo donde juegan sus hijos, en la tienda de comestibles del barrio o en la oficina donde trabajen diferentes números del Gordo de Navidad que se sabrá el próximo 22 de diciembre. Seguro que se tropiezan con décimos por todas partes que les hacen bailar la cabeza sobre cuáles y cuántos comprar, porque en algún punto tenemos que poner el límite. Quien no tiene límites a la hora de provocar asco es Toni Cantó en el chiringuito que le han montado en 7NN, Con Toni.

Toni Cantó 7NN

El exdirector de la Oficina del Español ha dejado el cargo después de años de hacer el ridículo, ahora en UPyD, ahora en Ciudadanos, ahora en el PP. A él tanto se le repanpinflan los principios, lo único que cuenta para él es la paguita y a seguir chupando del bote diciendo sandeces e imbecilidades, especialmente, sobre Catalunya y el procés. Pero desde que le han dado un programa donde hace monólogos ultras con tufo de naftalina, está desatado vomitando barbaridades disfrazadas de humor. Y no sólo sobre el independentismo. A menudo Cantó también apesta a LGTBIfobia:

Este es el nivel. Monólogos sin puñetera gracia, que sólo le hacen gracia a su palmero más vergonzoso. Uno de sus colaboradores en este engendro televisivo que se ha llevado para hacerle la pelota y para hacer un pim, pam, pum contra Catalunya y la independencia. Un tipo que genera vergüenza ajena, ya lo hacía cuando estaba con Susanna Griso en Espejo público, y sigue haciéndolo ahora en el programa de Toni Cantó. Hablamos del presentador catalán Albert Castillón. Miren, como ejemplo, esta conversación grotesca sobre los actores y el sectarismo:

El crítico televisivo y colaborador de Alfons Arús, Sebas Maspons, ha tenido la santa paciencia (y el estómago) de tragarse todo el último programa de este par para seguir recuperando momentos infectos, como este donde, ligando con el inicio de la pieza, Castillón le ha hecho llegar a Pere Aragonès y a Pedro Sánchez un décimo de lotería. ¿Se imaginan cuál, viniendo de alguien tan ocurrente como él? "Hemos enviado este número, el 155. A mí me encanta, y trae una suerte...". "A mí me trae muy buenos recuerdos", se apunta Cantó. Miserables es poco, después de lo que pasó en Catalunya ahora hace cinco años, con aquel 1 de octubre de triste recuerdo. "Como estos días se ha celebrado el quinto aniversario de la aplicación, hemos enviado el décimo. Eso sí, la condición es que si toca el Gordo, tienen que gastar la pasta en asociaciones españolistas en Catalunya", dice Castillón. I Cantó sigue dando asco: "Tengo un buen recuerdo de cuando finalmente se aplica y especialmente de la noche balsámica para todos del discurso del rey". La guinda, otro colaborador que dice que utilizará el dinero del décimo para "rehabilitar 'preses polítics' porque los pobres me dan pena, porque cuando salan de la cárcel ya no tienen nada que hacer y son olvidados. Meterles como a los pobres deficientes, que los ponen en gasolineras":

La escoria no tiene límites.