Albert Castillón, periodista catalán y número 2 de Susanna Griso en Espejo público, fue ayer uno de los encargados de leer el manifiesto de la concentración anti-catalana en la plaza Colón de Madrid. Entre gritos de "Viva España" y "Golpistas a prisión", Castillón acompañó a los dirigentes políticos de la derecha extrema y la extrema derecha españolas. Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, de cara al sol que se colaba entre las nubes de Madrid, para escuchar atentos las proclamas anticatalanistas de Castillón y sus compañeros María Claver y Carlos Cuesta, columnistas del diario ultra OKDiario.
Pero todos tenemos un pasado. Albert Castillón, también. Y ya hay quien hurga para encontrarle algún trapo sucio. En la red lo acusan de cambiarse la chaqueta política según convenga, por interés: "En 2005 eras simpatizante de ERC y ahora vas de patriota español". El mismo usuario que quiere dejarlo en evidencia, denuncia también que el colaborador de Susanna Griso le compró una casa "pagando 60.000 euros en negro" y le llama "estafador".
@AlbertCastillon en el 2005 eras simpatizante de ERC y me compraste una casa pagando 60.000,00 € en negro y ahora vaso de patriota español. Estafador y vendido al mejor postor.
— Jacinto VÍA FUERA DE #NoPassaran (@Sintueldlagorra) 10 de febrero de 2019
Mentider.
— Albert Castillón (@AlbertCastillon) 10 de febrero de 2019
Castillón lo niega y se limita a tildar al chico de "mentiroso". ¿Sería posible que el periodista que ahora comparte en la red propaganda antiindepe y retuitea contenidos como "me molesta toda la mierda amarilla" hubiese sido soberanista y republicano, en el pasado?
#EspañaCiudadana @pgaguado @santiacosta @Albert_Rivera @Bpinojournalist y otros héroes. pic.twitter.com/vuYgl5LNIr
— Albert Castillón (@AlbertCastillon) 21 de mayo de 2018
Joan Puigcercós decía lo mismo de Enric Millo, que cuando lo echaron de Unió llamó la puerta de ERC, antes de ir a parar al PP. La vida da tantas vueltas que todavía veremos a Albert Castillón renegando de las manifestaciones españolistas y pidiendo la libertad de los presos políticos catalanes a las puertas del Tribunal Supremo.