Toda la carne en el asador. 30 de agosto, inicio oficial del curso 2021-2022 en Catalunya. Los escolares quizás están todavía de vacaciones, pero las teles y radios ya han sacado todo el arsenal y han vuelto al trabajo todos los programas que se han tomado unos días de descanso durante este verano.
En la radio, retorno de Laura Rosel y un Jordi Basté que ha hecho el fichaje bomba de este verano, el de Mònica Terribas como tertuliana de su El món a RAC1, aparte del también flamante de Pablo Iglesias, compartiendo estudio.
En la tele, TV3 también vuelve al trabajo y este lunes la parrilla ya tendrá una nueva cara, cuando menos, la cara de siempre antes de marcharse de vacaciones. Por la tarde, Tot es mou, con novedades, al mediodía, el Planta baixa de Ricard Ustrell y a primera hora, Els matins con Lídia Heredia al frente y una de las secciones imprescindibles del programa, la agenda que cada lunes recomienda Albert Om para tener avisados a los espectadores de dónde tienen que tener un ojo puesto los siguientes días.
Om ha hablado de Leo Messi y su estreno con su nueva camiseta del PSG. Si a Toni Clapés le está siendo muy difícil de digerir verlo así, al de Taradell, tres cuartas partes de lo mismo: "Casi deseo más que pierda el PSG más que el Madrid. Incluso ayer celebré que los goles los marcara Mbappé, que seguramente lo fichará el Madrid. Pararemos locos. Será como un Dragon Khan. Tengo ganas de ver a Messi, lo que no quiero es que le vaya bien."
La otra gran fecha marcada en rojo en la agenda del periodista es este miércoles, cuando desaparezcan los peajes. Después de siglos de tener que pagar religiosamente cuando vamos en coche por la autopista, ahora pasarán a mejor vida, ya veremos hasta cuándo.
Lo que no entiende Om es este talante tan catalán de no celebrar las victorias: "¿Tenemos que recordar que se acaban los peajes, lo digo porque parece que tengamos una predisposición genética a no celebrar estas cosas, porque ahora estamos con el debate de cómo lo pagaremos eso? Celebrémoslo, que lo hemos perseguido durante 50 años". "Es muy catalán", añade Heredia. La única cosa que haría cambiar de opinión a Om es un objeto que ya no se veía los últimos años: las cestas donde poner las monedas: "Si continuara así, todavía los pagaría. Era un momento esperadísimo, cuando viajabas toda la familia y tenías que echarlo exacto, que les iba como deglutiendo".
Pero para días clave, para Om, los que hay que pedirse ya en los respectivos trabajos de cada uno. Dos días que según el colaborador, los catalanes tendrían que correr a pedir a los encargados de recursos humanos: ¿"los días claves de verdad, los que tienes que ir a recursos humanos y decir '¿Sabes aquellos dos días que tengo pendientes'?, pues que sea el 11 de octubre y el 7 de diciembre". ¿Por qué? Por los posibles puentes, especialmente el 7 de diciembre, que cae en martes, entre el 6 y el 8.
Om ha empezado el trabajo hablando de los días de fiesta, como tiene que ser. Ha recordado a los espectadores catalanes que de aquí hasta finales de año tenemos por delante 81 días laborables. De aquí la necesidad de tener claros los días que pudiéramos tomarnos un respiro. Todavía queda mucho para las fiestas de Navidad, ha recordado Om, pero ha querido remarcar un aspecto a tener en cuenta que ha cogido con la pierna cambiada a la presentadora.
"La mala noticia: ¿Navidad y Sant Esteve, en qué cae? Sábado y domingo". Heredia no se sabe a venir: ¿"Qué dices ahora? ¡Todavía no lo había visto! Eso es una catástrofe". Justo empieza temporada y Om ya ha deprimido a los catalanes con un dato que muchos todavía no habían mirado. Pero sí, sí, las fiestas de aquellos días, a parir panteras. Esperemos que a partir de ahora, las noticias de la agenda Om sean más optimistas...
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Un Albert Om que entre las cosas que ha hecho de vacaciones, fue en bicicleta por el Delta del Ebro con Judit Mascó, jugaron a la petanca y le confesó que cuando se tomó un tiempo para marcharse a vivir a Francia tres meses, lo hacía cada jueves, "para integrarse". "Yo en aquel paréntesis que fui unos meses a Francia, no lo veía como una cosa de jubilados sino como una señal de integración en la vida francesa. Todos los jueves, con toda la gente que habíamos coincidido en una escuela d'Aix-en-Provence, japoneses, mexicanos, americanos de todas las edades, íbamos a jugar a petanca a un parque. Fueron tres meses cada jueves". Om se marchó porque sentía la necesidad de un cambio, de "hacer un Erasmus a los cincuenta años".