Una de las propuestas más atractivas de la parrilla low cost de TV3 de cara a este verano es la que hace cada domingo Judit Mascó, en "Aire lliure". Conversaciones deliciosas y, evidentemente, al aire libre, con diferentes personalidades en diferentes lugares de este país precioso que no te lo acabas que es Catalunya. Conversaciones que tienen como late motiv el deporte, pero donde se habla de todo y más. El último capítulo, dedicado a las Terres de l'Ebre, nos mostró una ruta en bicicleta al lado del periodista y presentador Albert Om para descubrir la biodiversidad tan característica de la zona, además de recibir las primeras lecciones de esgrima de Mascó en el centro de tecnificación que este deporte tiene en la localidad de Amposta.
El paseo en dos ruedas empezó con una revelación del de Taradell: ha vuelto a hacer una cosa que hacía tiempo practicaba muy a menudo, ha vuelto a coger una raqueta: "Yo había jugado mucho a tenis y ahora hace un año y medio que vuelvo a jugar. Yo lo que no sé hacer es las cosas a medias, y según a qué edades... Con el tenis he aprendido que tengo 50 años y que si a una pelota no voy, mejor porque después podré jugar media hora más". No es el único deporte que Om confesó haber practicado a menudo en el pasado: "Había jugado a fútbol, había jugado a fútbol sala, había jugado a balonmano. Todos los deportes de pelota, menos el baloncesto, se me dan bien... Todos los deportes de equilibrio, un desastre".
Un Om que tal como revela Mascó, durante una época, un día a la semana, los jueves, dedicó a un deporte, un juego, "bastante intensamente". Respuesta misteriosa del entrevistado: "Eso no te lo explicaré, o no te lo explicaré ahora como mínimo". Mascó y Om han ido en bicicleta, han ido en barca y han protagonizado una sesión fotográfica. La modelo está muy acostumbrada, pero esta vez, quien pulsaba el botón de la cámara ha sido un Om aficionado a la fotografía que buscaba el mejor perfil posible de una de las personas más fotogénicas del planeta.
"En otra vida pienso que me habría gustado ser fotógrafo", confiesa al presentador mientras mira el resultado de la sesión de fotos. "Tú también eres un personaje muy fotogénico, se te identifica mucho con carisma", le devuelve el piropo Mascó. "A mí la cámara en movimiento no me hace nada... La cámara fija, que me hagan fotos a mí... nunca me he sentido cómodo. Y cuándo te dicen: 'se natural'.... ¿me estás dando una orden para ser natural? Es lo último...". Pero lo último fue una imagen insólita de los dos, encima de la arena, y tal como se pregunta Mascó: "Estamos jugando a un juego de jubilados, ¿no?. ¿Cuál? La petanca.
Imagen impagable de Mascó y Om y el presentador que se explica: "Yo en aquel paréntesis que fui unos meses a Francia, no lo veía como una cosa de jubilados sino como una señal de integración en la vida francesa. Todos los jueves, con toda la gente que habíamos coincidido en una escuela d'Aix-en-Provence, japoneses, mexicanos, americanos de todas las edades, íbamos a jugar a petanca a un parque. Fueron tres meses cada jueves". Om se marchó porque sentía la necesidad de un cambio, de "hacer un Erasmus a los cincuenta años".
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A Albert Om le gusta su trabajo. Mucho. A Albert Om le gusta su tierra, Taradell, la comarca de Osona, Barcelona... Mucho. Albert Om está encantado con la familia que le tocó. Mucho... Pero hubo un momento, ahora hace seis años, que decidió marcharse. Dejarlo todo atrás y emprender un viaje, pequeño en el tiempo, pero intenso. Cambiar momentáneamente de vida, de manera de vivir la vida, y empezar una experiencia personal que lo reconfortara y le hiciera sentir emociones que hacía tiempo no tenía. Fruto de aquella escapada nació un libro delicioso. El dia que vaig marxar.
Albert Om ya ha vuelto... Tenemos curiosidad por saber si ahora que vuelve a estar en Catalunya, lo veremos cada jueves en alguna plaza catalana jugando a la petanca con algunos vecinos y charlando bajo el sol.