¿Os cuesta dormir? ¿O sois de los que dormís a pierna suelta? ¿Tienes sueño y no descansas? ¿Sufrís de insomnio? ¿Tenéis sueños recurrentes? ¿Cuando vais a la cama, hacéis de todo menos descansar? ¿Qué manías adoptáis cuando vais a dormir? ¿Hacéis como Marilyn Monroe, que dormía sólo con Chanel nº5? ¿Sóis de los que cometen la aberración de dormir con calcetines? ¿Pijamito largo o ropa interior? ¿Tapados hasta las cejas hasta junio o con una sabanita hasta diciembre? Preguntas y dudas razonables que se abordaron este jueves por la noche en el imperdible Obrim fil de Xavier Sardà. El debate que presenta los jueves en TVE en el circuito catalán analizaba las costumbres que tenemos los catalanes a la hora de ir a dormir y los problemas que tienen muchas personas que no pueden conciliar el sueño. El 93% de los catalanes tiene algún tipo de "perturbación del sueño". Y un 60% dice directamente que "duerme mal".
Sensacional la elección de tertulianos e invitados, entre ellos, el doctor Estivill, quien más sabe de sueño de todo el país, u otros como el periodista Xavier Pérez Esquerdo, que ha reconocido que cuando se despierta a media noche, para volver a coger el sueño, se pone a rezar un Padre Nuestro, en catalán, en castellano, o incluso, en latín. También han contado con el testimonio de Albert Om. Ana Boadas ha ido con el presentador y locutor de Taradell a una tienda de colchones para hablar sobre lo que más horas hacemos en la cama: dormir. O no dormir. Y allí ha dado algunas revelaciones bastante jugosas. Por ejemplo, sepan que si alguna vez se encaman con él, él tiene muy claro que sólo aceptará si después puede dormir en el lado de la cama donde siempre se pone. Le dice a Boadas: ¿"No vamos bien, eh? Porque yo en este lado de la cama no duermo... duermo en aquel". Por lo tanto, Albert siempre mirando la cama a mano izquierda, o si no, naranjas de la China: "Somos incompatibles, es innegociable: yo, es de las primeras cosas que pido, cuando veo que ya un poco empieza una cosa... pregunto '¿Tú en qué lado duermes de la cama'?, porque si no, ya no hay nada que hacer...".
Om, que reconoce que "yo no tengo insomnio, pero no duermo bien", no ha tenido nunca ningún trastorno de sueño, pero "una vez sí que me preocupó: yo dormía bien, pero empecé a hacer las mañanas en RAC1, con unos horarios muy cambiados a los que llevaba yo, y al cabo de un tiempo fui a ver a Estivill". ¿Cómo duerme Albert?: "Desnudo, no. Con batín como Màrius Carol, tampoco. Con una camiseta y pantalones cortos, por ejemplo. ¿Calcetines para dormir? Nunca en la vida. Y ¿ que la otra duerma con calcetines?.... 'Ya te los calentaré'". Om también ha revelado su gran manía, lo que hace cada vez que va a la cama, esté donde esté... y sea cuál sea la cama donde se ponga a dormir. O a hacer lo que sea: "La gran manía mía es esto, la almohada. Voy con mi almohada a todas partes, que no tiene nada especial mi almohada, es mía y ya es suficiente, es con la que duermo cada día. ¿Con qué tiene relación eso? Con nada, quizás con ser un tocado de los cojones, y punto. Es una manía como otra. A veces, la gente me viene y me dice (al oído): 'yo también me llevo mi almohada'. Es como un código que tenemos entre nosotros".
Otra particularidad de Albert Om en la cama es que tiene un reloj biológico especial que hace que sepa qué hora es en cualquier momento de la noche que se despierte: "Me despierto y pienso: ¿'Qué hora debe ser? ¿4:23?'... Cojo, miro el móvil y... 4:22... Más de cinco minutos de error es muy extraño". Om, que presentaba El convidat en TV3 y corría la leyenda urbana de saber si realmente se quedaba a dormir en las casas donde iba o no, confiesa una curiosidad final, sin decir nombres: "Sólo una persona, no te diré quién, me dijo, sin grabar, evidentemente: 'Fue tan bien lo que hicimos ayer, que esta noche hemos hecho el amor con mi mujer...'"... Realmente, lo mejor que le pueden decir a un entrevistador, que después de una entrevista, al entrevistado y a su pareja les entren ganas de hacer una caidita de Roma. ¿Y dónde ha dormido mejor?: "en el Palacio Episcopal de Barcelona, invitado por el obispo Novell." Con él, sin embargo, no hizo, claro está, una de "las cosas buena de la vida: la cucharilla". Seguro que todos ustedes saben de qué hablamos... Ganas de estar en la cama, cada uno, con quien tenga en mente, y hacer la cucharilla o cualquier otra postura que se les ocurra.