Una de las mejores secciones que se pueden escuchar en este país cada semana en las parrillas radiofónicas de las emisoras catalanas es la que regala a los oyentes el maravilloso Albert Pla en El matí de Catalunya Ràdio, con Laura Rosel.
El cantautor no se corta, no lo ha hecho nunca encima de un escenario, y ahora menos delante de los micrófonos. Si tiene que hablar de los miembros viriles de los borbones, lo hace. Y si tiene que hacer sangre, también. Hace un tiempo habló "de la polla de Fernando VII", que decían que era descomunal. ¿Y qué dijo de ella?: "Tenía una polla enooooorme. Pero no tenía una polla de decir: 'Òstia, qué polla más guapa, qué grande, mira, me la voy a comer, ¿sabes'?". Rosel, ruborizada. Pero no hay semana que la directora del programa no alucine con Pla. Y este martes no ha sido una excepción.
Rosel lo saluda como cada semana. Y como cada semana, en catalán: "Albert Pla, bon dia". Él responde... en castellano: "Buenos días, mi queridísima Laura. ¿Cómo está usted? Estimada amiga, estoy aquí encantado de compartir contigo esta preciosa mañana de invierno aquí en Gerona, tenemos un tiempo estupendo, hohohoho".
Pla mimetizado en Juan Carlos I, continúa su speech en castellano: "Bueno Laura, cuéntame: ¿Qué tal por los estudios centrales de la capital de la comunidad autónoma de Catalunya?". Rosel no sabe ni qué decir: ¿"Pero qué tienes, Albert? ¡No estás bien"!. Él no desfallece: "Ah, Barcelona! ¡Qué maravilla! ¡Qué suerte tenemos los españoles de tener una ciudad como Barcelona, tan acogedora, tan cosmopolita, tan bilingüe, tan abierta al mundo".
Pla, sensacional y socarrón como nunca, remarca que él está hablando "en castellano, en la lengua común de todos los catalanes, que también son todos los españoles y espera, que todavía me faltan 11 palabras más en castellano para cumplir la cuota del 25 %", dice en referencia a la aberrante medida que se quiere imponer en las escuelas catalanas.
¿Cuáles? Tratándose de Pla, 11 palabras demoledoras y claras y catalanas, o en este caso, claras y castellanas: "Me cago en la cuota del 25 por ciento en castellano". Chim pum. Después, ya en catalán, sigue implacable: ¡"Si no hablo el 25% de mi tiempo en castellano, quiere decir que vivo en pecado! ¡Y tú y Catalunya Ràdio sois cómplices! Somos racistas, somos unos nazis, unos supremacistas que faltamos el respeto a la pobre gente española que no entiende el catalán"!.
Dejemos de dar vueltas y quedémonos con las 11 palabras de Pla en castellano. Queda todo dicho. Y los españoles, que estén tranquilos, que no les hará falta traducción para entenderlo.